Josep Antoni Duran i Lleida, uno de los líderes mejor valorados por su trabajo en el Congreso deja la presidencia de Unió Democrática después de 29 años, una renuncia emocionada y consecuente tras los malos resultados electorales, sin representación parlamentaria ni en Cataluña ni en las Cortes Generales.

La decisión llega tras 29 años al frente de Unió Democrática: "Es lo mejor que puedo hacer pensando en el partido, no se entendería que después de los resultados todo siguiera igual".

Duran i Lleida ya lo dejaba entrever el mismo 20 de diciembre, sin representación en el Parlament tampoco conseguía ningún escaño en el Congreso de los Diputados.

Ingresó en el partido con tan solo 22 años y a los 27 salió elegido concejal de Lleida. Sólo tres años después, en 1982, se convirtió en diputado nacional. Estuvo once años en el Congreso, uno de los cuales fue además europarlamentario.

Formó parte de los últimos años del gobierno de Jordi Pujol siendo diputado en el Parlament del 1999 al 2004, fue consejero de gobernación el primer año. Dimitió tras conocer que sería Artur Mas el sustituto del expresidente.

En 2004 vuelve al Congreso y se convierte en el portavoz  de CIU en la Cámara Baja. Dialogante, supo equilibrar las tesis más soberanistas de Convergencia y convertirse en el interlocutor de Cataluña con el gobierno central.

El punto de inflexión llegaría en junio de 2015. Convergencia opta por un proceso rupturista hacia la independencia y Unió decide separarse de sus socios.

Después de 42 años de dilatada trayectoria política pone fin a su mandato pero continuará en el partido. Al frente le sustituirá Ramón Espadaler, hasta que en abril, en el próximo congreso del partido se escoja a su nuevo presidente.