El fin del agitador político

Los dos eurodiputados de Se Acabó la Fiesta formalizan su ruptura con Alvise denunciando "matonismo y chantaje"

¿Qué están diciendo?
Nora Junco y Diego Solier, que ya anunciaron su desvinculación de 'Se Acabó la Fiesta', han reafirmado su ruptura y cargado con dureza contra el que fue su líder: aseguran que sus "métodos" les "obligan a marcar una frontera ética y política clara".

Los eurodiputados de Se Acabó la Fiesta en una imagen de arhcivo.Los eurodiputados de Se Acabó la Fiesta en una imagen de arhcivo.Eduardo Parra / Europa Press
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Se acabó la fiesta, ahora sí. El agitador de extrema derecha, Luis "Alvise" Pérez, se queda solo en su Se Acabó la Fiesta (SALF), que reunió tres eurodiputados en las elecciones europeas de 2024. Ni un año en el partido han cumplido los dos eurodiputados que le acompañaban. Tras anunciar su desvinculación del partido hace dos semanas, Nora Junco y Diego Solier han reafirmado su ruptura y se declaran independientes, según han publicado en un comunicado conjunto.

Los eurodiputados, quienes anunciaron medidas legales contra el líder de la formación tras acusarlos de venderse al lobby del rearme armamentístico, figuran como tales ya en sus perfiles en la página web del Parlamento Europeo y se presentan como eurodiputados de la delegación española del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos. Este grupo aceptó su entrada de los dos el pasado mes de diciembre, al mismo tiempo que rechazó la entrada de Pérez por sus casos judiciales pendientes de resolución.

"La verdad es solo una, y la vamos a demostrar", ha expresado en sus redes sociales la eurodiputada, en un mensaje que acompaña al comunicado. Además, de oficializar su ruptura, Junco y Solier han ahondado en sus diferencias con el extremista y han rechazado este martes los "métodos" de quien fuera su cabeza de lista, a quien señalan por practicar "matonismo, el chantaje o el dinero negro". Además, han confirmado que llevan meses "sin ningún vínculo político ni operativo" con él.

"Rechazamos rotundamente cualquier intento de difamación o acción o chantaje como los que hemos venido sufriendo por parte del eurodiputado D. Alvise Pérez. Sus ataques personales, las amenazas públicas y privadas y las campañas de desinformación contra nosotros, no solo carecen de verdad sino que revelan un estilo profundamente antidemocrático e incompatible con una labor institucional seria", añade el comunicado.

Los eurodiputados han terminado de marcar esta distancia justo después de conocerse el último frente judicial abierto contra Alvise. El Tribunal Supremo ha abierto una nueva causa penal contra Alvise a raíz de unos mensajes enviados en Telegram que habrían incitado a sus seguidores a acosar a la fiscal de delitos de odio de Valencia, Susana Gisbert. Esta tercera causa se suma a las dos ya abiertas contra el eurodiputado por otros presuntos delitos, como son la presunta recepción de 100.000 euros de la empresa CryptoSpain para financiar su formación política en las europeas, y otra, por difundir una prueba falsa de COVID-19 que involucraba al presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa.

Al respecto, Junco y Solier dejan claro que se alejan del que fue su líder: "Las investigaciones judiciales abiertas contra el señor Pérez por presuntos delitos que incluyen corrupción, estafa, blanqueo de capitales y falsedad documental, y su confesión pública sobre la recepción de dinero en efectivo, nos obligan a marcar una frontera ética y política clara: ni compartimos sus métodos ni participamos de su entorno", han asegurado.