Dolores Delgado afronta la cartera de Justicia con múltiples frentes abiertos, incluido el de pacificar un sector soliviantado por su antecesor, y con el reto de elegir al nuevo fiscal general del Estado que dirigirá la acusación pública contra los dirigentes del proceso independentista catalán.

El fiscal cesa con el Gobierno que le nombró y Julián Sánchez Melgar está en funciones hasta que el nuevo Ejecutivo nombre a su sucesor, que llegará al cargo mientras se confirman los procesamientos de las principales figuras del "procés" y a la espera de que comiencen los juicios orales que determinarán su futuro.

Melgar fue nombrado fiscal general el pasado diciembre, tras la muerte de José Manuel Maza, y ha actuado ante los líderes secesionistas con la firmeza que prometió en su primera comparecencia en el Congreso; en manos de su sucesor estará confirmar esa línea, o modularla.

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha avanzado que "defender la legalidad no es ahondar en el ensañamiento". Bajo el paraguas del Ministerio de Justicia está también la Abogacía del Estado, personada como acusación en varias de las causas abiertas en torno al "procés" y responsable de las impugnaciones y recursos ante el Constitucional.

Las primeras decisiones de Delgado marcarán así una de los principales conflictos a los que debe enfrentarse el Gobierno socialista, pero su éxito dependerá también de su capacidad de tender puentes con jueces y fiscales.

El pasado 22 de mayo ambos colectivos protagonizaron una huelga conjunta para reclamar mejoras laborales y mayor independencia judicial y desde que triunfó la moción de censura las asociaciones profesionales del sector no se han cansado de recordar al presidente del Gobierno el mensaje que colgó en su cuenta de Twitter "Nunca antes todas las asociaciones de jueces y fiscales habían ido a la huelga juntas. Esto demuestra la gravedad de la situación. Exigen mejoras laborales y una justicia del siglo XXI. ¿Habrán tomado ya nota Rajoy y Catalá?" escribía Sánchez diez días antes de ser investido.