El traslado de los dos presos de ETA a la cárcel de Basauri no forma parte de un cambio en la política penitenciara del Gobierno. Así lo ha expresado, al menos, la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, en el programa 'Espejo Público': "Es una cuestión objetiva. Cambia su régimen penitenciario, accede al tercer grado y se les acerca".

La titular ha aprovechado también para recordar que a uno de ellos se le concedió con el Partido Popular todavía en el Gobierno. "Se le comunicó en febrero, con el anterior Gobierno, que había accedido al tercer grado", ha insistido Batet.

Sin embargo, según el delegado del Gobierno en el Pais Vasco, se trata de un gesto del Ejecutivo que busca dejar atrás el régimen actual. "Esa política penitenciaria no tiene sentido porque no hay banda. Es un gesto para el resto de presos", ha apuntado Jesús Loza.

Javier Moreno Ramajo y Olga Sanz Martín fueron condenados a 74 y 71 años, respectivamente, en 2002 por pertenecer al comando Bizkaia. Entre sus objetivos estuvieron el exconsejero de Interior Juan María Atuxa y el por entonces líder del PP en Euskadi, Carlos Iturgáiz, que ve este acercamiento como una hummilación a las víctimas y un pago al apoyo de PNV y Bildu.

"Se hace para agasajar al PNV y los batasunos y premiar a los verdugos, y no a las víctimas", ha señalado el expresidente del PP del País Vasco y víctima de ETA. Sin embargo, desde la Asociación de Víctimas no ven nada criticable en esta ocasión. "Los acercamientos a los que estamos en contra son otra cosa", ha afirmado en Al Rojo Vivo Maite Artaluce.

Otras víctimas creen que, con la banda ya disuelta, es tiempo de cambio. "Se tenía que haber dado antes. No quiero abrir las cárceles, pero sí cumplir la ley", ha destacado Maixabel Lasa, viuda de una víctima de ETA. Así, ha pedido a la política en general respeto para las víctimas.