Sonriente, relajado y en un ambiente mucho más parecido a un hogar navideño que a un despacho de Zarzuela, aunque realmente también estaba en el mismo edificio. Así ha querido plasmar el rey Felipe VI su primer mensaje de Navidad.

Una cercanía lograda con una puesta en escena sencilla y familiar. A través de la ventana, se ve un árbol de Navidad iluminado, y en el interior flores de pascua y un pequeño belén, mucho menos llamativo, que el nacimiento de madera que solía acompañar a don Juan Carlos.

También cambia la elección de fotografías: de una a tres, y mucho más personales. A su derecha, una con su esposa y las infantas Leonor y Sofía en el palacio de Marivent, en Mallorca. Y llama la atención otra, con doña Letizia, en la que se aprecia un gesto íntimo de la pareja, en el interior del avión de la Fuerza Aérea Española.

La tercera imagen no se ve hasta que la cámara se mueve a lo largo del sofá y amplía el plano hasta captar esta otra zona de la habitación. La imagen capta un momento con mucho significado: el abrazo con su padre el día de la abdicación.

Junto a esa fotografía, más institucional, la bandera española, que apenas se ve a lo largo de todo el discurso, al no estar, como otros años, situada justo detrás del monarca. Tampoco hay mesa. El rey aparece sentado en una silla. Y en la pared volvemos a ver a ver a la reina doña Letizia: esta vez, en un retrato de una foto suya cuando tenía 9 años.

Con traje gris, camisa clara y corbata azul, el monarca habla moviendo las manos y la cabeza, y enfatizando sus palabras, que suenan cercanas y directas. "Un poco sobreactuado", en opinión de Gerardo Correas, presidente de la Escuela Internacional de Protocolo. Aunque su tono, dicen los expertos, es motivador.

En un intento de modernizar el tradicional mensaje de Nochebuena, también ha cambiado la cabecera. Las imágenes del exterior del Palacio de la Zarzuela han dado paso a una recreación en 3D del edificio. Y como cierre, tres instantáneas de los reyes con sus hijas. De la más familiar y desenfadada, en el sofá, o un posado veraniego, a otra tomada durante el desfile de las Fuerzas Armadas. Un momento más institucional que recuerda que, a pesar de la pretendida modernidad, estamos ante un mensaje de la Casa Real.