A escasas horas de que se lleve a cabo la votación más importante en la trayectoria política de Pedro Sánchez, el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno parece tener cerrados los apoyos necesarios para poner en marcha el Gobierno de coalición acordado con Unidas Podemos. Así parece que se resolverá la segunda votación en el hemiciclo tras la decisión de ERC.

La dirección de Esquerra Republicana, que se había reunido en la primera jornada de la sesión de investidura de Sánchez para decidir si permitía o no la puesta en marcha de la Ejecutiva socialista, ha optado por no cambiar el sentido de su voto. Es decir, los 13 diputados de la formación independentista en el Congreso se abstendrán, lo que haría que a Sánchez le salieran las cuentas y pudiera ser finalmente elegido presidente del Gobierno.

La decisión de ERC se da después de que la Junta Electoral Central (JEC) se pronunciara, ordenando la inhabilitación de Quim Torra por desobediencia tras estimar el recurso presentado por el PP después de que el president catalán se negara a quitar una pancarta del balcón del Palau de la Generalitat.

ERC no tardó en denunciar en redes sociales la decisión de la JEC, tachándola de "nueva actuación contra la política y la democracia" y mostrando su apoyo al president Torra. Además, según ha podido saber 'eldiario.es', la dirección de la formación independentista ha decidido registrar una propuesta de resolución en el Parlament para denunciar la acción de la JEC.

Sin embargo, la decisión de ERC de abstenerse en la investidura de Sánchez podría crear un nuevo clima de tensión con Junts per Catalunya. Por lo menos, en las declaraciones de Laura Borràs, portavoz de JxCAT en el Congres, ya parecen observarse las primeras discrepacias entre ambos partidos: "Por la trascendencia que tiene el hecho de que Sánchez necesite los votos de los independentistas para la investidura, nosotros hubiéramos preferido negociar conjuntamente, todo el independentismo, para fijar la mesa de diálogo con el Estado español".