El presidente de Vox en Zamora, Javier Alcina, ha anunciado a través de un comunicado su dimisión de los cargos que ostenta dentro de la formación y el abandono total del partido que preside Santiago Abascal, aunque no ha explicado las razones.

Según ha afirmado en el documento, la determinación de dejar Vox "no ha sido fácil" pese a que ya se lo ha comunicado a la Secretaría Nacional. "Pienso que, hoy en día, mi marcha es mejor que mi permanencia", ha explicado.

Alcina ha asegurado que la decisión, "aunque pueda parecer poco comprensible", es "la que la situación exige en este momento" y por eso ha querido agradecer el trabajo realizado a simpatizantes, afiliados y apoderados durante los comicios de abril y mayo.

Por su parte, fuentes de Vox han señalado que "abandona el partido aprovechando la reestructuración tras las elecciones porque cree que ha cumplido un ciclo".

Esta dimisión llega solo dos días después de la renuncia de Malena Contestí, una diputada de Vox en Baleares. Este anuncio fue más polémico, ya que la política tildó al partido de Abascal de "movimiento extremista y antisistema".

La "ilusión inicial", explicó la exdiputada, "se ha tornado en una profunda decepción", derivada de la "imposición de un dogmatismo que golpea como un yunque en todos aquellos ideales que parecieron hacer a Vox necesario".

Estas declaraciones no sentaron bien en el partido. De hecho, Iván Espinosa de los Monteros tachó la decisión de su excompañera de "metamorfosis repentina".