Unas 50.000 personas pasaron por el campo de concentración y posterior prisión central en la localidad vizcaína de Orduña. Llegó a ser uno de los campos más grandes de España.

Miren Belene Badillo, vecina de Orduña, fue testigo y relató a laSexta que fue "horrible". "Sacaban todos los días a cuatro, cinco". Entre los años 2014 y 2022 se exhumaron un total de 71 restos, como indica a laSexta el antropólogo Paco Etxeberría. "En esta parte del cementerio aparecen al menos dos filas con enterramientos de hasta un total de 14 esqueletos".

El Gobierno vasco está tratando de crear un banco de ADN para localizar a los familiares. Beatriz Artolazabal, consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales destaca que el objetivo es dignificar la memoria de aquellas personas que murieron en los campos de concentración en Orduña. "Personas que lucharon por la libertad, la democracia", agregó. Así como intentar conseguir el mayor número posible de familias que aporten su muestra de ADN para sí cotejar con los 71 restos.

Cerca de 4.000 personas estuvieron presas. La mitad provenían de Extremadura y la mayoría fueron trasladados desde el campo de concentración Castuera (Badajoz). Personas como Bernardo Rodríguez, afiliado a UGT, como explica su bisnieta, Naiara Garmendia. "Estaba afiliado a la UGT, era la acusación que se le hacía y lo que él mismo afirmó. Literalmente mataban de hambre a los presos".