La Policía de Brasil ha detenido a Carlos García Juliá, uno de los autores de la matanza de los abogados de Atocha de 1977, y que se encontraba en búsqueda y captura por una orden emitida por la Audiencia Nacional, según han confirmado fuentes policiales.

Un comisario y un inspector jefe de la Policía Nacional se han desplazado a Brasil para abrir los trámites de extradición de García Juliá y para participar en una rueda de prensa con los agentes de este país que han procedido al arresto, según han explicado las citadas fuentes.

García Juliá fue condenado a 193 años de prisión como autor material de cinco asesinatos en el despacho de los abogados laboralistas. La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional lo condenó en 1980 por formar parte de un "grupo activista e ideológico, defensor de una ideología política radicalizada y totalitaria, disconforme con el cambio institucional que se estaba operando en España".

En 2001 la Audiencia Nacional, a petición de Izquierda Unida, solicitó la extradición de García Juliá, quien aprovechó que había adquirido la libertad condicional en 1992 para escapar del país. Cinco años después fue localizado en una prisión de La Paz, Bolivia, por un asunto de tráfico de droga.

La Audiencia Nacional ha mantenido abierto la petición de arresto para García Juliá al objeto de que cumpla en España los más de 3.800 días, poco más de diez años, que tiene pendiente de prisión después de que se le revocara la concesión de libertad provisional.

Las Fundación Abogados de Atocha exige que cumpla en España su condena

El director de la Fundación Abogados de Atocha, Francisco Naranjo, ha exigido que Carlos García Juliá,, cumpla en España lo que le queda de los 193 años de prisión y ha cuestionado el interés de las autoridades españolas en detenerle.

Naranjo ha reconocido que el juicio sobre la matanza de Atocha tuvo "sus luces y sus sombras", fue "ejemplar" en el sentido de "sentencia ejemplar" pero al mismo tiempo hubo "un juez muy cercano a los acusados, que les concedía muchos permisos".

Sobre el "escaso interés" de las autoridades españolas en detenerle, Naranjo ha recordado que Juliá era un delincuente y relacionado con las drogas. "No creo que fuera tan difícil de encontrar" ha precisado.

  • Recordamos cómo laSexta Columna profundizó en la matanza de Atocha:

Huelgas, protestas, represión y falta de libertades. En la España de 1977, los trabajadores necesitaban toda la ayudaque pudieran conseguir por eso acudían a los pocos despachos que existían como el del número 55 de Atocha.

La muerte de Franco no había puesto punto y final a la dictadura. Seguía habiendo una violenta división ideológica en España que acabó por estallar la noche del 24 de enero de 1977, con la matanza de Atocha. Las terribles imágenes que se recogieron aquella noche las grabó Tino Calabuig para el colectivo de cine de Madrid, un grupo de artistas vinculados al Partido Comunista. Cuando llegó con su cámara, ni siquiera habían limpiado la sangre: "Las imágenes son tremendas".

Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid, también tendría que haber estado en el despacho laboralista de Atocha el día de los asesinatos. Tenía prevista una reunión pero,a última hora, la cambió a otro lugar cercano. Una llamada de teléfono salvó a Carmena de la muerte.

Gómez Chaparro fue el juez que empezó la instrucción del caso Atocha, un magistrado que durante años persiguió a los comunistas ahora debía investigar su asesinato. Algo que para muchos nunca llegó a ser posible.