Una inmensa cola de gente abraza el Congreso para despedir a Alfredo Pérez Rubalcaba. Desde primera hora, miles de personas se agolpan a las puertas esperando su turno de entrada. Mientras tanto, siguen llegando las coronas y más gente, visiblemente afectada, de todas partes de España.

Todos tienen halagos para la figura política del exvicepresidente. "Ha hecho muchas cosas por este país y por el Estado de bienestar", asegura la gente.

Hay quienes no comparten sus ideales políticos, pero han ido a visitarle, porque, dicen, era un gran hombre de Estado. "He votado a Vox y vengo a verlo para pedirle que los guíe desde arriba para que lo hagan bien", asegura una asistente. Con rosas rojas, muchos asistentes han ido allí para recordar su figura.

Momentos emotivos empañados por tensiones en el exterior. Ha tenido que intervenir la Policía para reorganizar a la multitud mientras había quien decía: "Por respeto al compañero Rubalcaba, no debemos montar estos numeritos", ha dicho un hombre.

Ha sido tal la cantidad de gente que se despide de Rubalcaba que tuvo que ampliarse dos horas el horario ante la afluencia de ciudadanos. Entre ellos, se pudo ver a sus alumnos de química muy emocionados.

A medianoche las puertas del Congreso se cerraban, la última presencia, la de Pedro Sánchez, quien se quiso despedir, con unas últimas palabras, de su compañero socialista.