La celebración del Día de las Fuerzas Armadas en Huesca ha convertido a la ciudad durante unas horas en una fiesta en la que se han mezclado los vítores y aplausos a los reyes de España y a las distintas unidades militares que han tomado parte en el desfile.

Antes de la llegada de Felipe VI y de la reina Letizia se han situado junto a la tribuna real la ministra de Defensa, Margarita Robles, y los jefes del Estado Mayor, a los que se han incorporado con posterioridad los ministros de Interior y de Educación, Fernando Grande-Marlaska y Pilar Alegría, respectivamente, así como autoridades políticas e institucionales autonómicas y locales.

Posteriormente, la Guardia Real se ha situado frente a la tribuna para rendir honores a los monarcas y ha sonado el Himno de España mientras eran disparadas 21 salvas de ordenanza, momento en el que tres aviones de la Patrulla Águila surcaban el cielo con estelas con los colores de la Bandera.

La llegada de los reyes ha provocado un estallido de aplausos y de vivas desde los balcones de todos los edificios colindantes al tramo central del recorrido del desfile, vítores que han sido correspondidos por los monarcas con saludos de mano.

Antes de comenzar la parada, un paracaidista de la Unidad de Alcantarilla se ha lanzado desde un avión a 1.200 metros de altura y ha desplegado una bandera de España de 54 metros cuadrados y de 15 kilogramos de peso con la que se ha posado con suavidad entre las tribunas del público.

Tras el izado de la Bandera, se han rendido honores a los 36 miembros de los tres ejércitos fallecidos en servicio desde 2019, año en el que se celebró la anterior celebración del Día de las Fuerzas Armadas, suspendida en 2020 y 2021 a causa de la pandemia por coronavirus.

Los reyes se han situado después en su tribuna para seguir el desfile, que ha comenzado con el pasado de las distintas unidades de aviones y helicópteros del ejércitos de Tierra y Aire y de la Armada.

A la exhibición aérea ha seguido de forma inmediata el paso de los vehículos acorazados y convencionales de las Fuerzas Armadas, que han precedido a su vez al desfile a pie de los distintas unidades participantes, alrededor de 3.000 efectivos de los tres ejércitos así como de la Guardia Civil. A su paso frente a la tribuna real, todas las unidades han girado el rostro hacia la derecha y han dado vivas al rey.

Las unidades de la Legión, a su marcha rápida de 160 pasos por minuto, han sido de las más aplaudidas por los espectadores asistentes a la celebración. El paso de la mascota de este Cuerpo, un borrego bautizado con el nombre de "Quillo" que seguía la marcha sin ninguna atadura, ha centrado las miradas y los aplausos durante unos minutos.

En total, y a lo largo de más de una hora, tres mil militares a desfilado acompañados de 17 vehículos acorazados, 97 de tierra y 40 motos, pero también por el aire en 45 aviones y 24 helicópteros.

La parada ha evidenciado la sintonía existente entre la población asistentes a los actos y las Fuerzas Armadas, una situación que se ha repetido a lo largo de toda la semana en Huesca en todas las actividades y exhibiciones que se han llevado a cabo en la ciudad para mostrar el adiestramiento y habilidades de estos cuerpos.

En bares y comercios ya nadie hablaba hoy de las molestias que ha originado esta semana la organización del desfile y las restricciones establecidas a la movilidad en las calles de la capital altoaragonesa.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha felicitado a las Fuerzas Armadas a través de Twitter, al igual que otros responsables políticos e institucionales del país.

Mientras tanto, durante toda la mañana de hoy, las miradas de una gran parte de los oscenses se han alzado para seguir con la vista el vuelo majestuoso de los aviones que han sobrevolado el itinerario de algo más de un kilómetro, y han bajado después al suelo para contemplar el paso de los vehículos de tierra y de las distintas unidades a pie de las Fuerzas Armadas.