La derecha ya hace oposición. Todavía no ha fracasado la investidura del PP, Alberto Núñez Feijóo, como apuntan la práctica totalidad de las cabeceras; tampoco ha resultado exitosa -al menos de momento- la de Pedro Sánchez, que sigue trabajando por recibir los 'síes' necesarios para volver a ser presidente del Gobierno. Aun con este escenario, el Partido Popular, quizá cada vez más consciente de que Feijóo no gobernará y de que es muy probable que sí lo haga Sánchez, ha puesto ya en marcha su maquinaria contra el 'sanchismo'. Aquella con la que realizó una oposición tan dura y crítica en la pasada legislatura y que tiene visos de volver a repetirse.

Los populares no han dado ni un segundo de tregua a Sánchez y ya han mostrado su resistencia y aversión pública -como también ha hecho ya la ultraderecha- a la estrategia del socialista para ganarse la confianza de los nacionalistas, sobre todo la de los catalanes por el poder con el que cuenta ahora Junts, capaz de levantar o hundir gobiernos; concesiones como el derecho a usar las lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados o la posibilidad de que la coalición, de salir adelante, apruebe finalmente la tan mencionada amnistía a los presos independentistas -lo que abriría la posibilidad de que Puigdemont volviera a España sin ser apresado-.

El Congreso vota este jueves incorporar formalmente el uso del catalán, el euskera y el gallego en las sesiones parlamentarias, un escenario al que Vox ya respondió con un gesto de absoluto desprecio y que el PP denunció tanto este martes como hoy. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado con dureza a Sánchez, de quien ha dicho que "no hay un precedente de un presidente que haya engañado tanto", y ha asegurado que van a "defender" la Constitución: "Donde veamos que hay un incumplimiento, lo estudiaremos"

"Presenciar en vivo y en directo que una ley se activa antes de ser aprobada, eso no se ha visto en ningún parlamento democrático europeo", ha denunciado Feijóo, quien poco antes reconocía que le había gustado la intervención de Borja Sémper. "Si las necesidades de Pedro Sánchez cambian, ustedes cambian. Esta no es la primera cesión ni será la última. ¿Cuál es el límite de cesiones? ¿Hay límites? No hay límites porque todo está supeditado a la ambición de Sánchez", ha asegurado el diputado popular durante su intervención, esta vez sin utilizar las expresiones en euskera tan criticadas en su partido hace unos días.

La amnistía es moralmente inaceptable y un golpe de gracia a la Constitución y la democracia"

Mariano Rajoy (expresidente del Gobierno)

"Todos tenemos una lengua común para discutir y hablada por más de 400 millones de personas en el mundo. Tenemos otras lenguas que usamos en territorios y que tras más de 40 años tienen el mayor apoyo institucional de la historia", ha esgrimido Sémper. No ha sido el único. En un tono mucho más duro se ha expresado Mariano Rajoy, quien está adquiriendo en las últimas horas más protagonismo entre las filas populares por su rechazo a las políticas que ya está poniendo en marcha el bloque progresista: "En ningún parlamento del mundo la gente, pudiendo entenderse (bajo una misma lengua), habla utilizando otra lengua. Es grotesco, absurdo y una lamentable tomadura del pelo a los españoles".

Tan o más severo ha sido el expresidente del Gobierno con la cuestión de la amnistía, como se desprende de sus declaraciones a la cadena COPE: "Es algo absolutamente disparatado. Yo creo que es una enmienda a la totalidad de la democracia española. Es un fraude contrario a la Constitución, es algo inmoral. Es moralmente inaceptable y un golpe de gracia a la Constitución y la democracia". De momento, fuentes de la dirección del partido han indicado a laSexta que no van a dar protagonismo a las posiciones populares porque "sus palabras no tienen ningún efecto en la militancia socialista". Pero la derecha no es la única que está azuzando estos debates.

La vieja guardia contra el 'nuevo PSOE'

La vieja guardia del PSOE, que tantas veces ha marcado distancias con los procedimientos de Sánchez, ha vuelto a cargar contra el 'nuevo' PSOE. Durante la presentación del nuevo libro de Alfonso Guerra, a la que han acudido Felipe González, Emiliano García Page o Javier Lambán, entre otros históricos socialistas, no han faltado las críticas a esa hipotética amnistía que los independentistas exigen al PSOE para apoyar a Sánchez. "Es una estafa, una humillación deliberada de la generación de la Constitución", ha defendido el propio Guerra, afirmando al tiempo que nunca ha sido "desleal ni disidente".

Del mismo modo, González ha expuesto que "la amnistía no es constitucional", y tampoco cabe la autodeterminación. El expresidente del Gobierno también ha recordado en este encuentro que el principio democrático debe hacer respetar a quien gana las elecciones "te guste o no". También en este caso el Gobierno ha preferido restar valor a estas críticas recibidas. Por el momento, Sánchez hace oídos sordos a esa onda cada vez más expansiva. Desde Nueva York, ciudad en la que se encontraba hasta este jueves en el marco de un encuentro organizado por la ONU, Sánchez ha afeado al PP que ahora "eleve a los altares" a González o Guerra a los que antes ponía en la diana

Eso sí, en Estados Unidos el todavía presidente en funciones ha abierto la puerta a la amnistía y ha llegado a cuestionar la judicialización del procés, quizá por el temor a los últimos comentarios y movimientos de Carles Puigdemont, cuyo objetivo principal en estos días parece ser el de alejar el 'sí' de Junts a toda costa. "La prensa española me ahorra un montón de trabajo. Cada día me entero de lo que estoy negociando y de lo que pienso, y descubro muchas cosas que desconocía. Viendo los esfuerzos por el control del relato, se confirma la impresión de que España no es una nación, sino una narración", ha expuesto el expresident de la Generalitat en un mensaje en redes sociales.

Pero Sánchez no es la única persona en el punto de mira de Puigdemont, que tampoco ha dudado en criticar las posiciones de esa vieja guardia socialista con un polémico mensaje que parece ir dirigido a Felipe González. "Hay políticos que cuando hablan suben el precio del pan, y otros que suben el precio de la cal viva. Por el momento, parece que ha habido un repunte en el interés español por el óxido de calcio...", ha dicho el exdirigente catalán adjuntando una imagen en la que se observa un 'pico de búsqueda' (periodo de tiempo en el que una palabra es muy buscada) en Google sobre la cal viva.