Lasegunda sesión de investidura ha arrancado con Pablo Casado reivindicando la Constitución y el rey. Un mensaje que ha tenido ecos en la Cámara, ya que algunos diputados han coreado "viva el rey" durante su discurso.

Después, cuando en el turno de EH Bildu ha salido su portavoz, Oskar Matute, los diputados de Vox han salido del hemiciclo. El diputado del PP Adolfo Suárez Illana le ha vuelto a dar la espalda, una reacción que ha aprovechado Matute, haciendo referencia a los "integrantes de la Mesa, también el que está jugando a ser jurado de 'La Voz'".

Un debate bronco en el que Sánchez ha cargado contra el PP, con unas palabras que han hecho reaccionar al Secretario General de los populares, Teodoro García Egea. Este, a su vez, le ha hecho recomendaciones a Sánchez.

Un debate en el que ha habido gestos de afecto y mensajes con destinatarios. Durante su intervención Iglesias aseguraba haber recibido un mensaje de Rosa Lluch, hija de Ernest Lluch, asesinado por ETA: "Basta ya de usar nuestro dolor en su beneficio", rezaba el mensaje, dirigido a Casado y Abascal.

También ha habido tiempo durante el pleno para los agradecimientos. Íñigo Errejón daba las gracias a Sánchez e Iglesias "por la investidura", un momento que daba paso al posterior saludo entre Iglesias y Errejón.

Discursos interrumpidos con gritos, como el de la hermana de Dolors Bassa, o discursos que se interrumpen para reclamar atención.

Una Cámara donde, según Joan Baldoví, no se necesitan tilas, "se necesita educación". Y donde Ana Oramas ha querido denunciarlos ataques que han recibido algunos diputados.

El momento más emotivo de la jornada, la fuerte ovación del Congreso ala diputada Aina Vidal, que padece un "cáncer agresivo". "Gracias por estar aquí", ha sido el mensaje repetido por Iglesias, Arrimadas o Errejón, en su paso por la tribuna.

Tras la votación con la que Pedro Sánchez conseguía los apoyos necesarios para ser investido presidente del Gobierno, lo más comentado: las lágrimas de Pablo Iglesias, queno ha podido contener la emoción cuando sus compañeros de partido le felicitaban por la investidura.