La ley de Transitoriedad jurídica aprobada en el Parlament con 71 votos a favor es la que marca los pasos a partir del 1 de octubre. Un proceso que se alargaría hasta un año para crear su nueva Constitución. Pero es la del referéndum la que lo deja claro: si gana el sí, "dentro de los dos días siguientes a la proclamación de los resultados oficiales", es decir, en 48 horas, el Parlament declararía la independencia.

Eso si se vota, pero los independentistas ya plantean alternativas si el 1 de Octubre el referéndum no puede celebrarse. Una Declaración unilateral de independencia en la que el Govern se declararía a sí mismo como Estado soberano. Sobre esto, dentro del independentismo, hay quien pisa el freno, como el propio president Puigdemont: "No está encima de la mesa del Gobierno catalán ahora hacer una declaración unilateral de independencia. Seguramente alguien la va a proponer y la vamos a debatir".

Y otras voces como el portavoz parlamentario del PDeCAT, Carles Campuzano: "La declaración unilateral de independencia en estos momentos está absolutamente descartada". Algo que no sentó bien dentro de la CUP. "No entiendo por qué ha hecho esta declaración porque, insisto, en las leyes queda recogido de forma clara. Queremos hacer el referéndum del 1-O y, en virtud de los resultados, como está previsto en las leyes, actuar en consecuencia", declaró la portavoz de la CUP, Anna Gabriel.

En todo caso, decía Joan Tardá en una red social, la última palabra la tendrá el Parlament y el Govern: "Aunque Carles Campuzano diga que la declaración unilateral de independencia está totalmente descartada, la primera y la última palabra la tendría Parlament y Govern. Por eso ahora toca ganar el 1-O".

Una declaración que, para el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, sería el peor golpe que podrían dar al Estado: "El golpe no va a ser el 1 de octubre; el golpe que pretenden dar es la declaración unilateral de independencia". El propio Rajoy ya se ha referido a ello: "Yo creo sinceramente que sería un disparate". Un disparate que, dice, se aleja del sentido común y provoca división y tensiones y no aporta nada bueno a los ciudadanos.