El debate electoral a cuatro llevado a cabo en Televisión Española a escasos días de la celebración de las elecciones generales del 28 de abril ha puesto de manifiesto la división de los partidos en dos grandes bloques que podrían definir el Gobierno de España tras la cita con las urnas.

Al menos, es lo que se ha vivido en un debate sin grandes tensiones, en el que los ataques de unos a otros parecían estar medidos y marcados por los pactos que se pueden dar tras el 28A. Sin embargo, uno de los momentos más destacados de la cita electoral se ha dado precisamente por esta cuestión, y ha sido a tres bandas.

Aunque Pedro Sánchez ha agradecido a Pablo Iglesias su apoyo para aprobar el paquete de medidas que ha implementado el PSOE en sus diez meses de Gobierno, cuando el líder de Unidas Podemos le ha pedido varias veces que reconociera su rechazo a un pacto con Ciudadanos después de los comicios, el secretario general del PSOE ha respondido con silencios y el planteamiento de "un tercer espacio" que apoye un gobierno compuesto por socialistas e independientes "progresistas".

Una idea a la que, por otro lado, no se ha referido en ningún momento Albert Rivera, que sí ha dejado ver de forma tácita el acercamiento que plantea su formación y el Partido Popular si los números dan el 28 de abril. Ello no ha evitado el intercambio de críticas entre ambos partidos, a sabiendas de que están disputándose el mismo electorado, con el objetivo de determinar los roles de quién gobierna y quién es socio de gobierno. "Señor Rivera, usted no es mi adversario", le ha dicho finalmente Pablo Casado a su rival político, del que ha obtenido una sincera respuesta: "Ni usted el mío".

El resto del debate ha estado marcado, tal y como predijo Pedro Sánchez horas antes del inicio del mismo, por los ataques y críticas a la gestión del Gobierno del PSOE, centradas especialmente por la situación en Cataluña. Casado y Rivera han cargado duramente contra el presidente y le han acusado de "poner en riesgo" la unidad de España por pactar con "quienes quieren liquidar el país".

En este sentido, han vuelto a pedirle a Sánchez que aclare si tiene intención de indultar a los responsables independentistas encausados en el juicio del 'procés' cuando se conozca la sentencia del mismo. A este respecto, Sánchez les ha pedido que respeten la separación de poderes en España y ha citado a Felipe González para recordar que "no puede haber ni indulto ni negación preventiva de un indulto antes de una sentencia firme".

Además, ha coincidido con Iglesias al insistir a Ciudadanos y PP en la necesidad de diálogo como clave para encontrar una solución en la cuestión catalana. En esta línea, el líder de la formación morada, que hizo uso en reiteradas ocasiones de la Constitución para defender las medidas que plantea su partido, reprochó a los populares y a los naranjas que solo hagan uso de la Constitución para aplicar el 155.

El debate sobre la política fiscal y las medidas sociales también ha dejado entrever la cercanía entre PP y Ciudadanos y entre PSOE y Unidas Podemos; los primeros, al defender una bajada masiva de impuestos y denunciar los planteamientos económicos que proponen los socialistas con el apoyo de la formación morada; los segundos, al criticar unas medidas que servirían, según ellos, para que solo paguen los ricos.

El resto de temas, por el contrario, han sido analizados de forma muy breve; incluso cuando, en el bloque para tratar el feminismo y las medidas de igualdad en España, Sánchez ha cargado duramente contra Casado por las declaraciones de Cayetana Álvarez de Toledo sobre el consentimiento en las relaciones y contra la gestación subrogada de Rivera, que se ha limitado a llamar "carca" al presidente.

Si bien los cuatro han afirmado salir contentos del encuentro, por momentos parecían estar pensando más en el 'Debate Decisivo' de Atresmedia como medio para ahondar de forma más incisiva y profunda en la discusión política.