Los negocios, las oficinas y los juzgados, entre otras instalaciones, empiezan a prepararse para las fases de la desescalada y la vuelta a la nueva normalidad. En muchos casos, lo están haciendo con mamparas o cápsulas protectoras. En las playas de Módena, en Italia, han ideado mamparas de 2 metros de alto por 4,5 metros de ancho para poder disfrutar del mar de forma segura. En ellas entran, incluso, sombrillas y hamacas.

Además, un arquitecto italiano ha diseñado unas cápsulas para las mesas de los restaurantes. Estas permiten aislar el espacio con distintas formas, dependiendo de la estructura del establecimiento, y no reducir el aforo. Su creador, Luca Doveri, ha explicado que "el núcleo familiar o una pareja puede estar en completa seguridad disfrutando de su cena".

Otra opción son los estores que se suelen utilizar para evitar la entrada de luz y aumentar la protección solar. La empresa Termisol ha reconvertido su producción para fabricar este tipo de producto. "Hemos adaptado el sistema de protección solar al de la protección de coronavirus", ha apuntado el gerente de la compañía, David Sánchez.

Los fabricantes y distribuidores no dan a basto. No han parado de instalar mamparas de todo tipo. Muchos de esos fabricantes reconocen estar saturados. Otros de momento pueden atender una producción que irá a más. "Montamos en oficinas, farmacias, centros comerciales entre 3.000 y 6.000 mamparas diariamente", ha señalado Manuel Gil, propietario de 'Llena tu bar'.