La tercera ola mantiene sus golpes diarios de realidad en nuestro país, con decenas de miles de nuevos casos y cientos de muertes por COVID-19. En las últimas 24 horas, 38.118 personas han dado positivo por coronavirus y 513 personas han fallecido.

En total, ya se han notificado 2.743.119 positivos desde que comenzó la pandemia, mientras que la cifra de fallecidos supera ya las 58.000 (58.319).

La incidencia acumulada, que este jueves registraba su primer dato a la baja desde el 3 de enero, con 889 casos por cada 100.000 habitantes. Este viernes, esa cifra desciende tres puntos y se coloca en 886,67, con cinco comunidades autónomas por encima de los 1.200 casos.

Estas comunidades autónomas son: Comunidad Valenciana (1431,28), Castilla y León (1402,89), La Rioja (1347,23), Murcia (1285,50) y Castilla-La Mancha (1205).

La presión en UCI, dato por el que la ministra Carolina Darias mostraba su preocupación, aumenta hasta colocarse prácticamente en el 45% (43,95%). Hay siete territorios que superan el 50%, siendo la Comunidad Valenciana (64%) la que mayor ocupación registra.

Estos datos llegan en una semana marcada por las vacunas, no tanto por sus impactos en los contagios, sino en la falta de suministros a los países de la Unión Europea.

Este viernes, la Comisión Europea ha publicado el contrato firmado con AstraZeneca de la distribución de sus vacunas, un documento que, lejos de arrojar luz, ha aportado muchas sombras. Concretamente, sombras oscuras de los tachones que ocultaban la información relevante que viene en esas páginas.

Ese documento también ha llegado el día en el que la Agencia Europea del Medicamento ha dado su visto bueno a la vacuna de AstraZeneca. Las tensiones, no obstante, han sido más que evidentes desde que la farmacéutica anunció que llegarían menos del 40% de las dosis pactadas.

Entretanto, los contagios siguen disparados, los fallecidos se cuentan por cientos y la incidencia, aunque parezca a la baja, sigue en unos datos preocupantes que nos hacen mantener la alerta y saber que la pandemia está lejos de su final.