Falta poco tiempo para saber si Artur Mas sigue siendo presidente o Cataluña inicia el camino a unas nuevas elecciones en marzo. El insólito empate en la asamblea de la CUP ha retrasado una semana los planes del presidente en funciones.

Una situación que ha llevado a Mas a lanzar continuos mensajes al partido que tiene la sartén por el mango: “Para llegar a un acuerdo con gente diferente hay que moverse, nosotros nos estamos moviendo, pero tiene que moverse todo el mundo porque si no el acuerdo no es posible”.

También ha mandado ultimátum: "La CUP tiene todo el derecho del mundo, insisto, a aceptarlo o a rechazarlo, ahora, nosotros también tenemos todo el derecho del mundo, hemos llegado hasta aquí y de aquí no pasamos".

Pero para Artur Mas la esperanza es lo último que se pierde: "Confío en que el año que estamos a punto de comenzar, sea decisivo para convertir este anhelo, ampliamente compartido, en una espléndida realidad”.

PP y Ciudadanos critican la obsesión de Mas por ser presidente y el PSC y Catalunya Si Que Es Pot cargan contra el president en funciones por su gestión. El líder de la CUP sin embargo justifica la demora como un coste necesario de la democracia: "La democracia es lenta, cara y complicada. Nos gusta que las decisiones sean de cuanta más gente mejor y con más riqueza argumental e ideología".

Este domingo sabremos si el partido con menos representación en el Parlament permite que quien ha ganado las elecciones gobierne.