Pedro Sánchez se enfrenta a la investidura más convulsasacudida por las decisiones de la Junta Electoral sobre Quim Torra y Oriol Junqueras.

Con los apoyos justos, el presidente en funciones depende de la abstención de los 13 diputados de ERC para llegar a Moncloa.

En una jornada marcada claramente por las incógnitas, Pedro Sánchez ha comenzado a las 9:00 horas su intervención en el Congreso sin límite de tiempo insistiendo en que España no se romperá.

Tras su discurso exponiendo su programa de Gobierno, llega un receso antes del turno de las respuestas de los representantes de todos los grupos, de mayor a menor.

Está previsto que Pedro Sánchez responda uno por uno a todos. En total, cada grupo tendrá 40 minutos de intervención: 30 inicialmente y 10 de réplica.

En esta primera jornada, previsiblemente, Sánchez debatirá con Pablo Casado, Santiago Abascal, Pablo Iglesias y los representantes de las confluencias.

Después, llegará el turno de los representantes de ERC, Junts, Más País-Equo, CC, NC, Compromís, el BNG, el PRC y Teruel Existe. Este sábado, o ya el domingo, intervendrá el PNV, Bildu, UPN, Foro Asturias y la CUP.

La primera votación, el domingo a mediodía

Está previsto que el domingo al mediodía sea la primera votación de investidura en la que, uno a uno, cada diputado proclame en pie su voto. Hará falta una mayoría absoluta y la hora en la que se anuncie el resultado marcará la agenda de lo que queda de investidura.

Al no tener Pedro Sánchez esta mayoría absoluta, el 7 enero se convocará de nuevo un Pleno en el Congreso para votar de nuevo. En esta segunda ocasión harán falta más votos a favor que en contra. Sánchez tendrá diez minutos para pedir el apoyo del Congreso y los representantes de los grupos contarán con cinco minutos cada uno. Después tendrá lugar la votación.

Si tras dos meses no hay investidura, se convocarán elecciones

Con esta investidura el calendario político echa a andar después de las elecciones generales del 10N. Si Sánchez fracasa y pasados dos meses, hasta el 5 de marzo, nadie logra la Presidencia, el rey deberá disolver las Cortes, con el refrendo de la presidenta del Congreso, y convocar nuevas elecciones 47 días después, el 22 de abril.