El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) recibió los días 16 y 17 de julio un ciberataque de tipo ransomware y, a falta del informe final de la investigación, los expertos señalan que su origen procede de Rusia.

En un comunicado, el Ministerio de Ciencia e Innovación, del que depende este organismo, ha informado este martes del ataque; hasta la fecha, no se ha detectado pérdida o secuestro de información sensible o confidencial y las medidas empleadas para controlar esta acción han conllevado un corte de acceso a la red en diversos centros durante días -en algunos aún perdura-.

El ciberataque se detectó el día 18 de julio e inmediatamente se activó el protocolo marcado por el Centro de Operaciones de Ciberseguridad (COCS) y el Centro Criptológico Nacional (CCN). Este es similar al que han sufrido otros centros de investigación como el Instituto Max Planck o la agencia espacial estadounidense NASA, indica el departamento de Ciencia: "A falta del informe final de la investigación, los expertos señalan que el origen del ciberataque procede de Rusia e indican que, hasta la fecha, no se ha detectado pérdida o secuestro de información sensible o confidencial".

Las medidas empleadas para controlar y resolver el ataque han conllevado un corte de acceso a la red en diversos centros, siguiendo "el estricto protocolo internacional" necesario para atajar el incidente y garantizar que no se extienda el ataque a los centros que no se han visto directamente afectados, explican las mismas fuentes.

Hasta la fecha, algo más de una cuarta parte de los centros del CSIC ya disponen de conexión a la red y los próximos días se restablecerá en toda la red de centros. El CSIC dispone de múltiples mecanismos de seguridad que evitan diariamente más de 260.000 ataques registrados, apuntan desde el ministerio. El ransomware es una extorsión que se realiza a través de un "malware" -programa malicioso- que se puede introducir, por ejemplo, en los equipos de empresas: ordenadores, portátiles y dispositivos móviles.