26 millones de euros
La cruz se queda y una grieta gigante parte en dos el monumento: así es el proyecto ganador para resignificar el Valle de Cuelgamuros
¿Por qué es importante? En la actualidad sigue habiendo más de 33.000 cuerpos de víctimas de ambos bandos de la Guerra Civil en el Valle de Cuelgamuros, lo que convierte a este enclave de la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial en la mayor fosa común de España.

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El proyecto 'La base y la cruz', de Pereda Pérez Arquitectos y Lignum S.L., ha ganado el concurso internacional para resignificar el Valle de Cuelgamuros, antes Valle de los Caídos. Se eliminará la escalinata de acceso a la basílica y se creará un centro de interpretación, conservando la gran cruz de piedra. El jurado, que incluye miembros del Gobierno y expertos, valoró la propuesta por su interpretación sensible del lugar, equilibrando la arquitectura y la historia. Las obras, previstas para 2027, buscan transformar el enclave en un espacio de memoria democrática y conciliación, con un presupuesto de 30 millones de euros.
* Resumen supervisado por periodistas.
El proyecto con el lema 'La base y la cruz', de los estudios Pereda Pérez Arquitectos (Pamplona) y Lignum S. L. (A Coruña), han sido elegidos este martes como ganadores del concurso internacional para resignificar el Valle de Cuelgamuros (antiguo Valle de los Caídos), con el que se eliminará la escalinata de acceso a la basílica y se creará un centro de interpretación.
Ambos estudios de arquitectura y urbanismo han sido elegidos por unanimidad entre los diez proyectos finalistas al estimar que "es la que con mayor coherencia arquitectónica responde a los requisitos establecidos en las bases del concurso", según el Ministerio de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura.
El secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura, Iñaqui Carnicero, junto a otros miembros del jurado, han dado a conocer a los medios el proyecto ganador la tarde del martes, aunque el nombre de las empresas adjudicatarias se conoció a última hora en un comunicado del ministerio.

El jurado ha puesto en valor que la propuesta ofrece "una interpretación sensible y plural del Valle de Cuelgamuros, que invita al entendimiento común a través del arte, el paisaje y la arquitectura". Asimismo, destaca que equilibra "el peso del monumento mediante una nueva plataforma situada entre el paisaje y la basílica", una base "concebida como umbral y lugar de acogida, transforma la llegada en una experiencia de reencuentro entre arquitectura, historia y territorio".
Al concurso, convocado por el Gobierno el pasado mes de abril, se presentaron un total de 34 proyectos, entre los que el jurado eligió en una primera fase a diez finalistas y este mismo martes al ganador.
El jurado está integrado por miembros del Gobierno, un representante de la Iglesia católica y profesionales de prestigio, como la artista española Cristina Iglesias y el arquitecto británico David Chipperfield, que ha destacado el nivel de todos los finalistas y la complejidad de la decisión que tenían entre manos, al ir "más allá de los simples términos de la arquitectura".
La gran cruz seguirá en el Valle
El cambio más visible que experimentará Cuelgamuros con el proyecto ganador será la eliminación de la escalinata vertical que da acceso a la basílica y la construcción en su lugar de un soportal a los pies del templo, semejante a una gran grieta horizontal que se extenderá de lado a lado por toda la explanada del recinto, aprovechando los cinco metros de desnivel.

Los visitantes podrán entrar por debajo de este soportal a un vestíbulo circular de 40 metros de diámetro con el techo descubierto que permitirá acceder tanto a la basílica (ubicada de frente) como al nuevo centro de interpretación (en los laterales). La creación de este centro de interpretación era uno de los elementos previstos en el concurso convocado por el Gobierno para resignificar el Valle de Cuelgamuros, en aplicación de la Ley de Memoria Democrática.
En el exterior del recinto permanecerá la gran cruz de piedra de 150 metros de altura, cuyo derribo nunca fue contemplado por el Gobierno, al considerarlo un elemento fundamental para dejar constancia del origen de este gran monumento franquista, donde hasta 2019 permaneció enterrado el dictador Francisco Franco. Por su parte, la basílica seguirá destinada al culto y en su interior no habrá grandes cambios, más allá de la instalación de algunos paneles para resignificar el lugar.
Las obras comenzarán en 2027
Las obras para transformar Cuelgamuros comenzarán como pronto en 2027 con un plazo de ejecución previsto de cuatro años y el Gobierno destinará 26 millones de euros, a los que hay que sumar otros 4 millones que el proyecto ganador del concurso recibirá en concepto de honorarios.
La intención del concurso, como explicó en su día el propio Gobierno, es recuperar este enclave desde un punto de vista arquitectónico y paisajístico, y convertirlo en una herramienta al servicio de la memoria democrática y la conciliación, siguiendo el ejemplo de otro tipo de intervenciones, como el monumento al Holocausto de Berlín.
El proyecto ganador explica en su dosier, al que ha tenido acceso EFE, que su intención es redefinir el espacio para ayudar a los ciudadanos a entender qué sucedió y animarles a plantearse preguntas sobre cómo debe ser la convivencia en la actualidad. "La propuesta no destruye ni sustituye, sino que transforma los significados permitiendo que el lugar conserve su memoria al tiempo que adquiere un sentido nuevo", señalan.
En la actualidad sigue habiendo más de 33.000 cuerpos de víctimas de ambos bandos de la Guerra Civil en el Valle de Cuelgamuros, lo que convierte a este enclave de la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial en la mayor fosa común de España.
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