Ignacio Cosidó destinó a 80 agentes para espiar a Luis Bárcenas con el objetivo de conseguir documentos sensibles de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal y Javier Arenas para evitar que fueran utilizados en su contra, según 'Ok Diario'.
Según esta información, esta 'operación Kitchen' se camuflaba como una operación contra el terrorismo yihadista y de esta manera lograr los fondos necesarios para llevarla a cabo.
La Policía obtuvo en 2013 una caja llena de anotaciones y documentos relativa a la financiación irregular del PP en toda España propiedad de Luis Bárcenas. Esto se hizo gracias al chófer de Bárcenas, captado por el excomisario Villarejo. Esos papeles, requeridos por el Ministerio del Interior, nunca fueron puestos a disposición de la Audiencia Nacional, revela El Mundo.