Los sectores de la construcción y la industria, paralizados hasta ahora al ser considerados actividades 'no esenciales' por el estado de alarma aplicado para combatir el coronavirus, vuelven a ponerse en marcha este lunes. Previamente, se había implementado para estos servicios un permiso retribuido recuperable que ya ha finalizado. No obstante, no queda claro de momento qué empleos relacionados con estos servicios volverán a estar activos las siguientes horas.

Para minimizar los riesgos y garantizar de alguna forma la seguridad de los trabajadores que deban salir de sus domicilios ahora, el Gobierno repartirá millones de mascarillas en el transporte público y puntos de aglomeración comunes.

Además, desde Moncloa han publicado un manual de buenas prácticas con el que se pretende reforzar las medidas de protección para los empleados. Sin embargo, no todos ven claro que vaya a funcionar esta vuelta al trabajo. Los empresarios lo ven complicado por el suministro de los materiales, la llegada de la mano de obra y el cumplimiento de condiciones de la seguridad de los trabajadores.

Unas medidas de prevención exigidas por los sindicatos, que aseguran que el trabajo debe recuperarse en aquellas empresas en las que únicamente se pueda garantizar la seguridad. Sin embargo los empresarios consideran que conseguir equipos de protección no va a ser fácil.

"A partir de estas semanas se va a generar una demanda brutal de EPIs por la cantidad de gente que mueve el sector de la construcción", ha explicado el director de EMMA Construcción, Ricardo Villanueva. La construcción da trabajo a un millón 800.000 personas y retomará su actividad el lunes junto con la industria, que con 2.300.000 personas también tiene permiso para terminar su hibernación.

Industria está enviando algunas directrices generales a las empresas, como que el transporte se haga de manera individual, que el horario sea escalonado y por turnos, que se tome la temperatura, facilitar el lavado de manos, reducir los turnos de trabajo, que se cierren las áreas comunes y que se mantenga una distancia de al menos 1,5 metros.

Pero, como ha explicado Pepe Álvarez, secretario general de UGT, "el problema se presenta en pequeñas empresas que carecen de representación sindical". A la dificultad de encontrar mascarillas geles o guantes, los empresarios añaden que habrá actividades que no puedan operar porque están cerradas las empresas auxiliares.

En teoría todos las actividades que se paralizaron el día 30 podrán reactivarse el próximo lunes, aunque este es un extremo que todavía debe confirmarse.