Las sesiones convocadas a las 10.00 en el Congreso y en el Senado suponen la apertura de la XI Legislatura, marcada por la incertidumbre sobre la formación del Gobierno. En el Congreso, los 350 diputados van a tomar posesión de su escaño en el hemiciclo una vez que se elija a la presidencia del Congreso y a los otro ocho miembros que integran la Mesa, el órgano de gobierno de la Cámara Baja.

El PP cuenta con tres puestos, mientras que PSOE, Ciudadanos y Podemos se quedan con dos cada uno. El reparto ha sido fruto de un acuerdo a tres bandas, aunque PP y PSOE han pactado de forma bilateral con Ciudadanos. Podemos ha quedado al margen después de que el PSOE rechazara la condición que puso de tener cuatro grupos parlamentarios, el suyo y el de sus marcas afines (En Comú Podem, Compromís y En Marea).

La sesión en el Congreso se va a abrir con la constitución de la Mesa de Edad, integrada por la diputada del PP María Teresa de Lara, como la más veterana (PP), y las más jóvenes, María Such (PSOE) y Nagua Alba (Podemos).

Tras la lectura del nombre de los diputados, se procederá a la elección de la Mesa, empezando por su presidente, a través de una votación con papeletas y en urna. Una vez elegidos, sus miembros ocuparán sus nuevos escaños en la tribuna del hemiciclo.

Tras las votaciones, los 350 parlamentarios electos adquirirán su condición de diputado cuando juren o prometan su cargo. La nueva legislatura arranca con la incógnita de cómo se formará gobierno y con el protagonismo de nuevos partidos, como Podemos y Ciudadanos, que alterarán el reparto de fuerzas.

Además de PP, PSOE, hay otras once formaciones que tienen escaños, entre ellas, las tres plataformas afines a Podemos (En Comú Podem, Compromís-Podems y En Marea). En el Senado, donde la sesión constitutiva tiene un esquema similar a la del Congreso, la presidencia volverá a recaer en Pío García-Escudero gracias a la mayoría absoluta del PP.