El Congreso de los Diputados ha aprobado con 188 votos a favor —los de los socios de la investidura—, 152 en contra y 7 abstenciones iniciar la tramitación de la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) impulsada por el PSOE y Unidas Podemos. Esta reforma busca limitar las competencias del órgano judicial cuando haya expirado su mandato de cinco años y no se hay procedido a su renovación, como ocurre en la actualidad.

La iniciativa ha tenido de frente la oposición de PP, Ciudadanos y Vox, pese a los intentos de Pedro Sánchez para conseguir el apoyo de Pablo Casado hasta el último momento. El presidente del Gobierno ha mantenido una conversación telefónica con el líder de la oposición en la que el presidente del PP ha constatado el bloqueo de su partido a la reforma, reiterando sus líneas rojas.

Tanto Unidas Podemos como el PSOE han defendido la necesidad de llevar a cabo esta reforma alegando que el PP quiere convertir ese órgano en un "búnker inexpugnable" que le permita protegerse en los procesos que afectan al partido, como el 'caso Gürtel' o el 'caso Kitchen'.

Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario Unidas Podemos, ha acusado a los 'populares' de tener "secuestrado" al Poder Judicial. "¿Se imaginan un Gobierno en funciones que se opusiera a disolverse tras dos años de mandato caducado? Esto es lo que el PP ha conseguido con el secuestro del CGPJ", ha alegado en la Cámara Baja el también portavoz de En Comú Podem.

El diputado socialista Francisco Aranda Vargas, ha alegado la existencia de un "vacío normativo" respecto a lo que sucede con el CGPJ cuando termina su mandato para defender la reforma. También ha calificado de "actitud trumpiana" el hecho de que el PP no haya querido pactar la renovación del Consejo, y cree que la formación de Casado no aceptar la derrota en la elecciones generales.

Por su parte, el PP ha dicho que con esta reforma se busca "cambiar el régimen", mientras que Vox ha denunciado directamente un "golpe de Estado institucional desde la misma Moncloa".