Son prudentes, pero la confluencia entre Podemos e Izquierda Unida parece cada vez más cerca, una posible alianza para ser, dicen, el proyecto ganador. Y desde una posición de ventaja, Iglesias sigue viendo al PSOE como un aliado, pero con cambio de papeles. "La segunda fuerza que sería el PSOE, tendría legitimidad para reclamar la vicepresidencia", ha dicho Iglesias.
Para Garzón, la unión con Podemos significa quedar como mínimo en segunda posición: "Si vamos a una candidatura única podemos superar los 90 escaños".
Con este posible escenario electoral, el PSOE pasa al ataque. "Ahora quieren convertirse en la vetusta izquierda obsesionada con superar al PSOE", ha señalado Antonio Hernando, portavoz del del comité electoral del PSOE. Asimismo Susana Díaz explicaba que la unión entre Podemos e Izquierda Unida "es un matrimonio de conveniencia".
Unas palabras a las que contestaba Íñigo Errejón: "Si la señora díaz está preocupada por los resultados del Partido Socialista, que se plantee qué hacer mejor".
Pero la posible alianza también escuece al Partido Popular. "La alianza entre Podemos e Izquierda Unida, al partido al que más perjudica es al PP", explicaba Bonilla.
Incluso dentro de las filas de Izquierda Unida. "Más oportunismo y más cambio en función del viento no se puede ver", explica Gaspar Llamazares, portavoz de Izquierda Abierta.
Pero Iglesias se defiende: "El señor llamazares representa el pasado y Alberto Garzón representa el futuro". Este miércoles termina la votación de las bases de Izquierda Unida y este jueves se conocerá si aprueban la confluencia.