Durante más de una década, ocho empresas de catering han manipulado las adjudicaciones de los comedores escolares del País Vasco. Ahora, la Autoridad Vasca de la Competencia les ha parado los píes.

Entre las ocho empresas sumaron presupuestos de 854 millones de euros. Ahora deberán pagar 20 millones por actuar de manera concertada, impedir la libre competencia e incrementar los costos.

Este cártel fue descubierto por otra empresa de catering. Eso sucedió en 2011. Cinco años después, varias de ellas siguen suministrando menús escolares.

"Lo que nos interesa es que se dé el servicio a las familias y no hay ningún problema en ese sentido", ha señalado Cristina Uriarte, consejera del Gobierno Vasco.

No obstante, los padres y madres desconfían. "La Autoridad Vasca de la Competencia ha dicho que ha bajado la calidad de la comida y que también han subido los precios", explica Lourdes Imaz, portavoz de la Asociación de Padres EHIGE.

Por ello, piden la retirada de las licencias a las empresas tramposas y que se cambie a un modelo de gestión que evite nuevos fraudes.