Los independentistas quieren la liberación de los políticos presos y rechazan medidas intermedias.

En un acto organizado por las entidades soberanistas, han leído una carta de Jordi Cuixart, recién reelegido como presidente de Òmnium Cultural. "Os pido que seáis tan exigentes como el 1-O, exigentes con la libertad y la democracia", ha leído Elisenda Paluzie, presidenta de ANC. Como Jordi Sànchez, Cuixart lleva 8 meses en prisión.

Desde el Gobierno de Sánchez están abiertos a estudiar el acercamiento de los presos, cuando finalice la instrucción. Para el Ejecutivo, hasta que no llegue ese momento, la pelota está en el tejado del juez Llarena, que dice que no depende de él. "Se actuará para el bien de todos", afirma Isabel Celaá, la portavoz del Gobierno.

En el independentismo no desprecian los gestos, pero insisten en que quieren hechos. "Es verdad que gestualmente se ha intentado demostrar que hay un cambio de actitud. Veremos cuáles son las acciones y si ha habido un cambio de actitud o no", apunta Roger Torrent, president del Parlament de Catalunya.