Existen muchas familias que están pasando el coronavirus en sus casas. En estos casos se pueden dar serios problemas de conciliación o incluso de soledad.

Es el caso de Hissora Linse, que vive con sus dos hijos. Kai, el pequeño, contrajo coronavirus, al igual que ella. Ambos eran portadores del virus y por eso tuvieron que aislarse del hijo mayor, de 13 años, al que mandó vivir con su padre durante la enfermedad.

En su caso convivían madre e hijo, pero hay otros casos en los que sólo el menor da positivo y tiene que ser aislado del resto de la familia. Y es que, como ha explicado el pediatra José Manuel Álvarez, "los niños sospechosos de tener la enfermedad no deben estar en contacto con adultos".

Porque, aunque el virus sea menos dañino con los niños, también hay que extremar las precauciones y, en ocasiones, eso puede crear problemas en el seno familiar.

De hecho, los casos de niños con coronavirus traen más problemas añadidos cuando solo hay un progenitor, ya que, en caso de ingreso surge un grave problema de conciliación como, por ejemplo, no poder dejarle con ningún familiar o tener que dejarle en una casa de acogida en caso de ingreso del adulto. Entonces, la incertidumbre de no saber qué ocurrirá se suma a la dificultad de tener un niño contagiado por coronavirus.