Mascarillas y comisiones. Comisiones por mascarillas. Cuando Isabel Díaz Ayuso sigue haciendo frente a las investigaciones abiertas por el contrato otorgado a Priviet Sportive para la entrega de material sanitario del que se benefició su hermano en forma de comisión, José Luis Martínez-Almeida afronta en las últimas horas un escándalo por el cual los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño lograron tres contratos con el Ayuntamiento de Madrid por el que se adjudicaron comisiones millonarias.

Todo comenzó el miércoles, cuando se admitió a trámite la querella de la Fiscalía Anticorrupción contra los empresarios, a los que se les atribuye la supuesta comisión de los delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales por irregularidades en una operación de compra-venta de material sanitario en marzo de 2020. En el documento, al que tuvo acceso laSexta, se explica que ambos habrían actuado "de común acuerdo y con ánimo de obtener un exagerado e injustificado beneficio económico", ofreciendo al Ayuntamiento de Madrid la posibilidad de "adquirir grandes remesas de material sanitario fabricado en China".

Casi 12 millones de dólares le costó al Ayuntamiento adquirir mascarillas, guantes y test de diagnóstico, de los cuales Medina y Luceño se llevaron seis millones (uno para Medina y algo más de cinco para Luceño). Anticorrupción explica que el precio de venta real de las mascarillas era de 2,6 millones de dólares, con los querellados inflando artificialmente su precio para llenar sus bolsillos.

Con estas comisiones, Medina y Luceño obtuvieron notables lujos, como coches de lujo, un yate, varios Rolex y vacaciones en Marbella. Medina ha asegurado estar "tranquilo". "La Fiscalía, ya sabes, son todos de izquierdas", ha esgrimido en LOC.

En las últimas horas, el alcalde de Madrid ha dado distintas versiones de lo ocurrido, pasando a hablar de uno a dos correos electrónicos que Luis Medina mandó. Sin embargo, el propio Medina afirma que le pasaron un teléfono al que llamó directamente. Almeida también defendió que se enteró de la participación de su primo en la operación una vez publicada la información, pero su primo habló con su mano derecha, Matilde García, algo que ha levantado críticas en la oposición, que duda de que ninguno de los dos implicados dijese nada acerca de este contrato al alcalde.

Por su parte, el secretario del PSOE de Madrid, Juan Lobato, ha asegurado que en 17 años no ha visto otra cosa en el PP "que corrupción y pelotazos de amigos y familiares". Acompañado por Pedro Sánchez, Lobato ha subrayado que esta sentencia ya condena al Partido Popular "como un partido corrupto" y como "organización criminal", obligándoles a devolver "cientos de miles de euros que se llevaron del dinero de todos".

"El comisionista este del Ayuntamiento de Madrid que se ha llevado cinco millones de euros, también era administrador de una de las empresas implicadas en Fundescam hace 11 o 12 años. Son las mismas personas que llevan años metiendo la mano. Cuánto le cuesta a un madrileño ganar lo que los amigos y familiares de Almeida o de Ayuso ganan con una llamada o un correo electrónico", critica.

Es la peliaguda situación que vuelve a arrinconar al PP en Madrid, cuyos contratos a nivel regional y en la capital le ponen en el ojo del huracán. Las investigaciones siguen abiertas y la presión, en aumento ante una situación que parece lejos de estar ante su final.