Ciudadanos ha defendido que el presidente del partido, Albert Rivera, siguió "en todo momento" las instrucciones de sus escoltas, que pertenecen al cuerpo de la Policía Nacional, a su paso por el control de seguridad en el Aeropuerto del Prat cuando dos vigilantes procedieron a ejercer una prueba de trazas de explosivos.

Para Ciudadanos, Rivera no se negó a detenerse en ningún control el pasado 7 de octubre cuando fue requerido para ello, por lo que se remite al "criterio y autoridad" de la Policía Nacional el no haber pasado dicho control.

Según fuentes de Alternativa Sindical, la organización a la que están afiliados los dos vigilantes del Prat, los trabajadores del aeropuerto procedieron a llevar a cabo el control de trazas, que detecta sustancias explosivas, una vez sonó el indicador del control aleatorio.

Ante esta situación, uno de los escoltas de Rivera se negó a que los vigilantes ejercieran la prueba, un control rutinario establecido en la normativa europea de seguridad en los aeropuertos, lo que ocasionó una fuerte discusión entre los trabajadores del aeropuerto y los policías nacionales.

En concreto, el escolta les indicó a los vigilantes que el líder de Ciudadanos no pasaría ningún tipo de control "bajo su responsabilidad", para acto seguido acompañar a Rivera hacia la salida de embarque, a lo que los vigilantes le responden que si se niegan a pasar la prueba tendrían que identificarse y facilitarles el número de placa, ante lo cual el agente accede.

Tras el embarque, ambos escoltas vuelven a la posición de filtros para seguir con la discusión. Según el sindicato, uno de los escoltas, "delante del resto de usuarios y viajeros presenten, increpa y advierte a los vigilantes afirmando que habían interferido en un operativo".

Alternativa Sindical ha querido resaltar que en el Aeropuerto de el Prat existe un filtro para autoridades que es el control habitual por el que acceden personalidades políticas de una manera más fácil donde también se encuentra la Guardia Civil. Sin embargo, Rivera optó por dirigirse al punto de control de seguridad por el que pasa el conjunto de ciudadanos.