El jueves 1 de agosto, el presidente del Gobierno compareció ante los diputados del Congreso para dar explicaciones sobre el caso Bárcenas, convenció a los suyos, sin embargo, gran parte de la oposición volvió a exigirle su dimisión.

La sombra del caso Bárcenas se echa encima del PP, el próximo reto es para Cospedal, Arenas y Cascos, que deberán declarar como testigos ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz.

Mientras tanto, el Ejecutivo debe prestar atención a las nuevas revelaciones que puedan salir desde Soto del Real, donde Bárcenas amenaza con tirar de la manta.

Además, son muchas las voces internas que no le facilitan el trabajo a Mariano Rajoy, los versos sueltos, encabezados por Esperanza Aguirre insisten en seguir actuando contra la corrupción "caiga quien caiga". Finalmente los ciudadanos siguen demandando que su Presidente dé la cara.

1. Instatisfacción política tras la comparecencia su en el pleno del Congreso
Pasados unos minutos de las 9 de la mañana, el 1 de agosto Mariano Rajoy menciona expresamente a Luis Bárcenas, después haber recurrido durante meses a eufemismos, el presidente del Gobierno pronunciaba, por fin, el nombre del extesorero de su partido.

Aunque reconoce que se equivocó, y que "cometió un error" al haberle "dado crédito", deja muy claro que no tiene pensado dimitir. Además, aprovecha para echar en cara a la oposición, especialmente a Rubalcaba, que su propósito por aclarar la verdad sobre Bárcenas supone una merma para la imagen de España en el exterior.

2. Proceso judicial abierto
Las palabras de Rajoy en las Cortes significan un punto de inflexión a nivel político en el caso Bárcenas, en definitiva, demuestan que el Partido Popular ha pasado de negar una realidad, a reconocerla. Sin embargo, las investigaciones continúan a nivel judicial.

El magistrado de la Audiencia Nacional tiene intención de seguir hasta el final en la instrucción del proceso. Para ello, después de haber contado con la declaración del propio Bárcenas y el periodista Pedro J. Ramírez, ha citado a declarar como testigos a la secretaria general del partido, Paria Dolores de Cospedal y a sus antecesores en ese cargo Javier Arenas y Francisco Álvarez Cascos para los días 13 y 14 de agosto. El PSOE incluso tiene previsto pedir que el juez llame también como testigo a Rajoy.

3. Bárcenas podría revelar nuevos datos
La entada en prisión de Luis Bárcenas da un vuelco al caso. El antiguo responsable de las finanzas del PP cambia de actitud tras ingresar en la cárcel de Soto del Real, admite la existencia de una financiación irregular dentro de la formación y reconoce que los documentos publicados con la contabilidad B del PP son ciertos.

Aunque desde Génova insisten en que no existe ningún tipo de chantaje, las palabras de Bárcenas pueden comprometer la situación de Mariano Rajoy.

4. Desde dentro del PP también critican a su presidente
Las críticas a Rajoy proceden hasta de su propias filas, a pesar de que trata de mantener la unidad dentro de su formación, no puede silenciar voces como la de Esperanza Aguirre o incluso José María Aznar. El expresidente del Gobierno mostró su lado más duro en una entrevista con Gloria Lomana, su intervención en televisión sirvió para criticar a Rajoy y lamentar parte de las decisiones de su sucesor al frente del partido.

Los miembros de la formación evitaron pronunciarse al respecto en público, aunque en privado se atrevían a reconocer que las palabras de Aznar había sido "tremendas".

Mientras tanto, Aguirre sigue a la suya, como ella misma reconoce, le gusta "navegar en viento contrario". La presidenta del PP de Madrid pide de forma reiterada explicaciones sobre las informaciones que revelan el supuesto cobro de sobresueldos. Además, reitera que no se siente sola y que con ella están también los militantes.

5. Aumenta el descontento ciudadano
El 27 de julio una multitudinaria manifestación pedía en las calles de Madrid la dimisión del presidente del Gobierno, las últimas revelaciones sobre el 'caso Bárcenas' han hecho crecer la indignación entre los ciudadanos.

El descontento demuestra la frustración hacia un Presidente que ganó unas elecciones con un programa electoral ya olvidado.

En este contexto, el Ejecutivo se enfrenta a un inicio de curso difícil con retos complicados por delante. Aunque las buenas cifras de empleo dan un respiro, será necesario esperar a que concluya el verano para analizar qué ocurre sin el factor estacional que supone el trabajo en la temporada estival. Además, a estas alturas de la legislatura, el Gobierno evidencia un claro desgaste.