Un día después de que el Gobierno haya cesado a la directora del CNI, Paz Esteban, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha visto obligado a responder y a hacer frente a las duras críticas de la oposición; entre ellas, las del principal partido. Desde el Partido Popular, su portavoz, Cuca Gamarra, ha asegurado al líder del Ejecutivo que "hoy ocupa el escaño de presidente dejando claro que aquí gobiernan los independentistas". Y ha añadido: "El mensaje enviado con este cese es un aviso a navegantes: quien cumpla con su deber será cesado, pero quien mienta y manipule en beneficio del Gobierno será premiado".

A esta primera tanda de reproches de Gamarra ha respondido Sánchez, que le ha recordado que "ha habido un fallo de seguridad en las comunicaciones del Gobierno de España", lo que, para este Gobierno, justifica de pleno la decisión de destituir a la directora de los servicios de inteligencia españoles: "El Gobierno ha hecho lo que hace siempre: cumplir la ley, poner en conocimiento de la justicia estos hechos delictivos y actuar con total transparencia". En esta línea, ha sentenciado que, bajo su mando, "ni los fondos públicos, ni las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ni los servicios de inteligencia, no se van a tapar hechos delictivos ni para perseguir a adversarios políticos fuera de la ley".

Gamarra, no contenta con esta respuesta, ya ha cargado duramente contra el conjunto del Gobierno, al que ha acusado de "negociar la gobernabilidad con aquellos a los que el Estado tenía que investigar", matizando que "esto no ocurre en ninguna democracia del mundo". De hecho, para Gamarra, esta situación es "la degradación absoluta de la política", y ha lanzado una pregunta al aire que ha contestado ella misma: "¿Por qué los independentistas quieren a Sánchez en el Gobierno? Porque con usted son más fuertes. No le eligen por su valía, sino por su debilidad. El éxito de ERC y Bildu pasa por un presidente que esté dispuesto a socavar desde dentro las instituciones, y usted responde a sus expectativas".

Unas palabras que no han gustado nada a Sánchez, que ha preferido en esta ocasión recordar la situación del Gobierno y del Estado antes de la moción de censura que puso fin al mandato de Rajoy: "Nos encontramos un país en el que Cataluña había aprobado una declaración unilateral de independencia. Había un gobierno con un partido condenado por corrupción, con una secretaria general del PP y ministra de Defensa que destruía a martillazos las pruebas. Se creó una estructura parapolicial para seguir a adversarios políticos de manera irregular. Y España en Europa contaba como un cero a la izquierda".

"La situación hoy no es perfecta", ha reconocido Sánchez, que sin embargo ha afirmado que ahora, al menos, "se cumple la Constitución en todo el territorio, los mangantes no están en el Gobierno y España hoy defiende sus intereses en la UE, se hace valer y tiene influencia". Y ha concluido su intervención en este punto con otro dardo claro a los populares: "Imagínese si además de todo eso contáramos con el principal partido de la oposición ayudando al Gobierno. Soy bastante ingenuo, porque estaríamos hablando de una derecha moderna y europeísta, y no la desgracia de derecha que sufre la democracia española".

"Un esperpento que no cesa"

No ha sido Gamarra la única miembro de los populares que ha cargado duramente contra la gestión del Ejecutivo en esta cuestión. Desde Santiago de Compostela, ya que no puede hacerlo desde el Congreso al no ser diputado, Alberto Núñez Feijóo ha replicado al presidente afirmando que la Moncloa está "enredada en una trama más propia de una serie de ciencia ficción", enmarcándose en una "deriva injustificable" y realizando una "operación de descrédito" a las instituciones. En este sentido, cree Feijóo que la coalición ha convertido un "problema político" con sus socios parlamentario en "una crisis de Estado" y ha denunciado que el escándalo del espionaje esté, a su parecer, tapando la situación económica.

"Sánchez y su equipo viven en un esperpento que no cesa y que compromete la imagen de España", ha afeado el presidente del PP, que ha tachado de "errática e improvisada" la gestión del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos y ha advertido de que está "generando vergüenza" en los ciudadanos, al tiempo que "sorpresa y desconfianza" en los países de nuestro entorno. En esta ocasión, no ha sido Sánchez, sino la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, la encargada de responder al dirigente popular, asegurando la única diferencia de la etapa del gallego con la del expresidente Pablo Casado es "la misma desmesura, pero más lento".

El Gobierno ha colaborado con la justicia, en el PP destruyeron ordenadores a martillazos. Eso sí es humillar a las instituciones"

Adriana Lastra (vicesecretaria general PSOE)

"El señor Feijóo hoy habla de erosionar los cimientos de la democracia, pero lo primero que tuvo que hacer el Gobierno al llegar fue limpiar", ha constatado Lastra, aclarando que mientras el Gobierno "ha colaborado con la justicia" en la polémica del espionaje, en el PP "destruyeron ordenadores a martillazos". "Eso sí es humillar a las instituciones", ha certificado la dirigente socialista Por otro lado, Sánchez no solo ha tenido que soportar las críticas del Partido Popular; también de Ciudadanos. El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, que ha sustituido a Inés Arrimadas por dar positivo en COVID- ha preguntado al presidente por el cese de la directora del CNI.

Bal ha cargado las tintas al acusar al líder del Ejecutivo de "servir su cabeza en bandeja de plata" a los independentistas, de hacer ver que actuó con negligencia e incluso fuera de la legalidad. "¿No le parece lo más cobarde del mundo vilipendiar el buen nombre de una persona que trabaja en secreto?", ha advertido el dirigente de la formación naranja, que ha insistido en su réplica. Un día, según ha advertido a Sánchez, "mirará para atrás y estará solo, mirará para atrás y verá una senda de destrucción y de cadáveres que ha dejado a su paso". Duras palabras a las que el presidente ha respondido con ironía: se solidariza con él "porque debe ser bastante frustrante el sentirse tan bueno y tan poco reconocido cuando se presenta a las elecciones".

Finalmente, también Vox ha querido arrojar al Gobierno y a Sánchez a la fosa de los leones asegurando que ambos están "en descomposición". Así lo ha expresado el diputado de extrema derecha Iván Espinosa de los Monteros, quien en esta ocasión ha preferido cargar contra la titular de Defensa por no haber sido capaz de defender a Paz Esteban: "Cae el mito de que la ministra es una patriota y una persona sensata, prudente y razonable. Lo ha demostrado dejando caer a Paz Esteban, una mujer que tiene un currículum brillante y que ha trabajado siempre en la seguridad de la nación sin ningún tipo de filiación política".