Cataluña ha decidido levantar la fase de emergencia en el sistema Ter Llobregat, que abastece a cerca de seis millones de personas del área metropolitana de Barcelona y parte de Girona, y flexibilizar las restricciones al uso del agua, gracias a las últimas lluvias.

"El aumento de las reservas permite modificar a la baja las restricciones de los últimos tres meses, salir de la emergencia y levantar parte de las restricciones, aunque la sequía no ha terminado", ha anunciado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, que ha comparecido junto el conseller de Acción Climática, David Mascort, después de la Comisión Interdepartamental de Sequía del ejecutivo catalán. La decisión se ha basado, ha añadido Plaja, en criterios técnicos compartidos en la Comisión Interdepartamental de sequía.

Por su parte, el conseller de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort, ha defendido la gestión del Govern de la sequía: "No improvisamos, si alguien dice que improvisamos es que nunca ha gestionado una sequía de esta magnitud".

Cabe recordar que el pasado mes de febero, el Govern de la Generalitat decalaró la emergencia por sequía en Cataluña, una situación sin precedentes que afectó a 6 millones de catalanes del áreas de Barcelona y Girona. Su consumo quedó limitado a un máximo de 200 litros por habitante y día.

El plan de sequía establecía que, para la entrada en emergencia, se debía bajar del 16% de capacidad de los embalses en la unidad afectada, umbral que estaba a punto de superar el sistema Ter-Llobregat. Las restricciones eran más severas en piscinas, en el riego, las actividades agrícolas, industriales y recreativas.