El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado el cierre de bares y restaurantes por un periodo inicial de 15 días ante el incremento de los indicadores de la pandemia de coronavirus. Sí podrán servir comida para llevar a domicilio.

Se trata de una medida acordada en el comité del Plan de Emergencias de Protección Civil (Procicat) de Cataluña, que también ha aprobado reducir el aforo de los centros comerciales al 30% y el de los gimnasios al 50% para intentar contener el avance de la epidemia de COVID-19.

Además, también se suspenden ferias, congresos y convenciones, se decreta el cierre de las salas de juego y parques de atracciones, los cines y teatros reducen su aforo al 50% y los parques y jardines deberán cerrar a las 20:00 horas.

Estas medidas, que entrarán en vigor la noche del jueves al viernes y tendrán una duración inicial de 15 días, también incluyen la suspensión de competiciones deportivas a excepción de las profesionales, aunque las instalaciones podrán seguir abiertas para entrenamientos.

El Govern también ha pedido a la ciudadanía reducir al máximo la movilidad y las reuniones sociales, así como promover el teletrabajo "en la medida que sea posible". En este sentido, ha pedido "sacrificios" a la ciudadanía para "limitar al máximo los movimientos fuera del domicilio", como "ir a ver familiares y amigos", algo que ha recomendado que se deje para más adelante.

Aragonès ha remarcado que estas medidas se toman debido a que "el riesgo de rebrote es importante" ya que "la incidencia de casos acumulados se sitúa en 279 por cada 100.000 habitantes", muy por encima de lo recomendado por la OMS.

"Cada día la tendencia va a crecer más, hace falta actuar y por eso es el momento de actuar", ha apuntado el vicepresident, que ha admitido que "son medidas dolorosas y duras" aunque "la alternativa son restricciones más severas y un confinamiento total" que quieren "evitar".

El Govern anuncia 40 millones en ayudas

Al tiempo que Aragonès ha explicado las restricciones a la hostelería, ha anunciado que el Ejecutivo catalán aprobará el próximo martes una dotación de 40 millones de euros para acompañar al sector "en este esfuerzo colectivo" y una línea de avales que partirán de los 12.000 euros para ayudar a cubrir pagos.

"La pretensión es que en caso de parón de la actividad económica, el arrendatario pueda aplazar el pago de los alquileres mientras no genere ingresos", ha señalado la portavoz del Govern, Meritxell Budó.