Cataluña ha decidido este lunes no endurecer las restricciones para frenar el avance del virus de la COVID-19, al tiempo que ha anunciado que asume los rastreos, por lo que da por finalizado el contrato suscrito con Ferroser, la filial de Ferrovial encargada desde junio de aquellos en Cataluña.

Este lunes, 28 de diciembre, era el día fijado para analizar si las restricciones en vigor desde el pasado 21 funcionaban como se esperaba o no y si, en función de eso, se mantenían hasta el 11 de enero o se consideraba que debían endurecerse.

Según ha explicado Vergés, en las últimas fechas se ha logrado "contener" la velocidad de la expansión del virus -la Rt era de 1,41 el 18 de diciembre, hoy lunes es de 1,17- y los nuevos ingresos hospitalarios -que se producen a partir de unos diez días desde el momento del contagio- no son mayores de los que se previeron cuando se aplicaron las medidas.

Ello, sumado a que se considera que la ciudadanía está cumpliendo en su mayoría con las actuales medidas, pese a que "la situación no es buena" y "no se descarta nada", ha llevado a mantener las restricciones en vigor hasta el 11 de enero.

Así, seguirá vigente el límite de reuniones de seis personas, con la excepción del 31 de diciembre y el 1 y el 6 de enero, cuando se podrán ampliar a 10 personas siempre que no excedan dos burbujas de convivencia; el toque de queda nocturno se mantiene a partir de las 22:00 horas, pero en Nochevieja se amplía a la 1 de la madrugada, y la noche de Reyes a las 23:00 horas.

En cuanto a la movilidad, sigue el confinamiento perimetral de Cataluña, mientras que la movilidad interior queda restringida al ámbito comarcal durante todos los días de la semana, y no solo los fines de semana como hasta ahora.

La restauración seguirá pudiendo abrir y servir en el interior del establecimiento solo en dos franjas: de las 07:30 horas a las 09:30 horas para desayunos y de las 13:00 horas y las 15:30 horas para comidas.