Mariano Rajoy, en una carta en la Vanguardia, apela a la figura del escritor catalán Salvador Espriu para construir, dice "puentes seguros para el diálogo", sobre todo "en un momento en el que algunos han insistido en romper nuestro marco de convivencia, incluso haciendo caso omiso a las leyes, algo insólito en la Europa democrática, el mensaje de Espriu es una invitación a cambiar el foco".

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en una entrevista al Punt Avui, asegura que el único escenario que contempla es el de votar: "Demostremos una vez más al mundo quién somos, un país culto que hace del libro y de la rosa sus armas más poderosas".

La líder de la oposición catalana, Inés Arrimadas, entre rosas de un color prácticamente corporativo, critica las intenciones del gobierno catalán. "Yo creo que como siempre son ganas de politizar y polemizar un día que es de todos", asegura Arrimadas.

Miquel Iceta defiende un Sant Jordi donde cada uno tenga su sitio. "Es un día para la amistad y la fraternidad no para la división", dice el primer secretario del PSC.

Para los populares, Puigdemont y Junqueras utilizan esta diada para engañar a los catalanes. "El ‘procés’ independentista, desde el punto de vista literario sería una mala novela de ficción que no tendría ningún éxito", explica Xavier García Albiol, presidente del PP en Cataluña.

Societat Civil Catalana califica a Puigdemont de egoísta. Y defiende que la tradición de Sant Jordi no es solo de los catalanes. "Hoy es un día que no creo que tengamos que hablar de armas. Yo hablaría más de valores", recuerda Mariano Gomà, presidente de Societat Civil Catalana.

Mientras las asociaciones independentistas recogen firmas de apoyo al referéndum, para la alcaldesa de Barcelona, es un debate que tiene que estar en la calle: "Siempre que sea desde el respeto y la convivencia pues bienvenido sea"

En la misa en honor al patrón de Catalunya, celebrada en el Palau de la Generalitat, el arzobispo de Barcelona frente a Puigdemont ha llamado a lucha contra el diablo que divide. "Se le denomina en la biblia Diabolus, que significa padre de la división, el que divide", ha explicado el arzobispo, que ha pedido que sigan el referente de Sant Jordi para evitar la imposición y la confrontación.