El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha tomado la delantera al Gobierno de España y ha recibido ya los primeros 5.850 primeros test rápidos de los 60.000 comprados desde esta autonomía para la detección del coronavirus.

"Estos test rápidos permiten establecer si una persona está infectada o no en apenas 15 minutos", especifica el Gobierno regional en un comunicado, en el que asegura que los primeros test que han llegado a Castilla-La Mancha cuentan con la certificación europea y la aprobación de la Agencia Española del Medicamento.

Estos test fueron testados este sábado, dando como resultado una "fiabilidad del 100%", lo que permite que este domingo se empiece su distribución y han sido validados por especialistas del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. Además, el Ejecutivo de Page explica que ha sido remitida alguna unidad al Instituto de Salud Carlos III para que el Ministerio de Sanidad conozca el tipo de test adquiridos por el Gobierno de Castilla-La Mancha.

Los test se enviarán este domingo a las diferentes gerencias del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha con el fin de que puedan iniciar su realización cuanto antes en función a un protocolo diseñado en el que se establecen los colectivos prioritarios: profesionales sanitarios, residentes y trabajadores de residencias de ancianos sospechosos, pacientes ingresados en hospitales pendientes de decisión de aislamiento y personal esencial.

En el caso de las residencias de ancianos, la Consejería de Sanidad ha previsto que la realización de los test se lleve a cabo en las propias instalaciones residenciales, mientras que en los centros sanitarios se ha establecido que sea cada gerencia la que decida la organización del circuito para su realización.

El Gobierno de Castilla-La Mancha enfatiza que con estos nuevos test rápidos de coronavirus será mucho más fácil y rápido detectar a aquellas personas afectadas por el COVID-19, permitiendo la adopción de "decisiones más ágiles" en cuanto a la contención de la transmisión comunitaria de la enfermedad.

Este mismo jueves, el Gobierno de España explicó que los test rápidos que había adquirido para detectar el coronavirus tuvieron que ser devueltos por no ser fiables, a pesar de que "contaban con homologación europea" y se adquirieron "a un proveedor nacional".