La Justicia anda tras la pista de millones de euros de Francisco Granados que todavía siguen ocultos. Lo sostienen las fiscales anticorrupción en el sumario de la trama Púnica. Óscar López Fonseca, periodista de Vozpópuli, declaraba en Al Rojo Vivo que: "La sospecha es que hay mucho más. Ahora se trata de localizar todos los bienes y cantidades económicas".

Un caudal amasado en parte gracias a sus cargos en la Comunidad de Madrid, en concreto al frente de la empresa pública Arpegio. Las fiscales creen que Granados manejaba la venta de suelo y la adjudicación de vivienda social, por lo que se llevaba jugosos peajes de empresarios

Uno de ellos es el constructor Ramiro Cid, prueba de su buena relación de ambos es una simpática foto que recoge el sumario. En ella se ve a Granados, bandurria en mano, celebrando su cumpleaños con tuna y con Cid. El constructor incluso le pagó, presuntamente, parte de sus favores con el adelanto de un chalet, que quedó a medias tras estallar el escándalo.

La otra vía de Granados para engordar su fortuna la gestó, presuntamente, como consejero de transportes, con adjudicaciones a la constructora OHL, como la ampliación del metro ligero en Madrid. Su pieza clave en OHL era, según el sumario, Javier López Madrid, consejero de la compañía.

Algo que confirma la versión ante el juez de la mujer que gestionaba el patrimonio personal de López Madrid, y que explicó a la fiscal que él es a quien se refiere Granados en su contabilidad irregular. Y parte de esos pagos en negro realizados por López Madrid, se utilizó, presuntamente para pagar la reforma de la sede del PP en la calle Génova.