El presidente del PP, Pablo Casado, no quiere que le tachen de tibio a la hora de defender el legado de sus antecesores al frente de la formación. Este martes ha defendido en un acto junto con el expresidente del Gobierno José María Aznar el pasado de los populares: "Pinchan en hueso aquellos que quieran dividir a la nueva generación del PP con nuestros predecesores".

Casado ha sido tajante al respecto, después de varias semanas de idas y venidas acerca del pasado de su formación, deplorando la corrupción en mandatos anteriores, pero a la vez reivindicando los logros de Aznar y de Mariano Rajoy al frente del Gobierno.

Todo un ejercicio de equilibrismo, justo después de anunciar la mudanza de la histórica sede de la formación en la madrileña calle Génova por las sospechas de corrupción en su reforma.

Casado ha aprovechado para esto un acto organizado por el Instituto Atlántico de Gobierno -fundado por el propio Aznar- para reivindicar los 25 años de la victoria electoral de 1996 y los 10 años de la mayoría absoluta de Rajoy, en 2011.

Y lo ha dicho, además, apenas dos días después de que se emitiera una entrevista a Aznar en laSexta -la primera-, concedida a Jordi Évole, donde el expresidente del Gobierno respondía así a la pregunta de"¿Siente que Casado le está llamando corrupto al irse de Génova?".

"Es inaceptable presentar al PP como una organización delictiva", aseguró. Además, Aznar resaltó su admiración y "respeto a los afiliados del PP", de los cuales dijo que "han sufrido mucho y han creado un partido impresionante".

"Ni la democracia ni la estabilidad de España se pueden escribir sin el PP y eso está muy por encima de un episodio concreto", insistió Aznar sobre los polémicos casos de corrupción de la formación.

"Ser serio y responsable no está de moda"

Para el actual líder popular, el problema de su formación por el que han perdido tantos votos es que "ahora un partido serio y responsable no está de moda".

Además, esta pérdida de apoyos no se debe a una falta de convicción de sus antiguos votantes, sino que hay otros partidos que están imitando los valores populares: "No es una quiebra por decepción, sino por imitación".

Por ello, la receta de Casado no está dentro de su formación, sino que ha de "intentar mover a la mayoría social a la centralidad, la transversalidad y la moderación del partido".

Para Aznar, sin embargo, las recetas para el éxito y alcanzar el poder siguen siendo las mismas en 2021 que en 1996: "Disciplina fiscal, rebajas fiscales, mantener la casa en orden, ambición exterior... Todas esas cosas no han cambiado".