"Al Gobierno de España en su máximo representante se le recibe en Barcelona como a un jefe de Estado extranjero, con el protocolo de un Estado extranjero, con la negociación del orden del día de un Estado extranjero, con la liturgia de una cumbre bilateral y sobretodo con la humillación de hacerlo público".
Así de duro se ha mostrado el líder del PP, Pablo Casado, que además ha criticado que para finalizar la reunión hayan incluso "forzado una foto en la que parecía una cumbre entre dos gobiernos de dos países distintos".