Como un Tsunami, así vivió el exsecretario de las infantas el año y medio en el que ha estado imputado por el Caso Nóos: "Pasas de ser adorable a un apestado. Te dejan de invitar a cosas, te dejan de llamar…". Se sintió arrinconado por la casa del rey y dolido por el modo en que le despidieron. Nadie se lo comunicó en persona después de 23 años de servicio en Zarzuela: "Me quedé noqueado, nunca lo esperé de esta forma".

Defraudado, dice, por el propio rey Juan Carlos: "Esperaba por lo menos un acercamiento, pasarte la mano por el hombro". De la reina Sofía guarda mejor recuerdo y asegura que es un mito que haya hablado alguna vez mal de la reina Letizia: "Yo no he tenido casi relación con la reina Letizia, en Zarzuel nos hemos visto muy poco".

García Revenga ha sido el primer empleado de la Casa Real que demanda: reclama una indemnización porque dice que atraviesa una situación precaria. Se le ha acabado el paro y recibe un subsidio de 400 euros: "Vivo de 400 euros del subsidio de desempleo para mayores de 55".

Carlos García Revenga habla de una mano negra que le impide conseguir otro empleo: "Uno no es muy tonto para pensar que hay una mano negra". Además asegura que era mucho más que un empleado y que la Casa Real le ha dado la espalda cuando más lo ha necesitado.