Carlos Fabraempieza a cumplir su condena de cuatro años por fraude fiscal dejando atrás dos décadas de cuestionada gestión pública en Castellón y después de defraudar más de 600.000 euros a Hacienda. Durante sus años de mandato, construyó una imagen de político todopoderoso

Finalmente, el expresidente del PP y de la Diputación de Castellón, se ha decantado por la cárcel de Aranjuez, aunque él mismo declaraba con ironía ante los periodistas que prefería estar en su casa. Salidas de tono habituales que acaban ya en prisión.

Entre los muchos frentes abiertos que Fabra tenía, se encuentra 'su' aeropuerto, del que quizá debería aclarar por qué sigue sin aviones casi cuatro años después de la inauguración. También destaca su particular 'manejo' de los plenos de Castellón.

Antes de ser condenado por fraude fiscal, se sentía tan respaldado por su partido, el PP, que nunca encajó bien que nadie pidiera su dimisión. Además, en 12 años le ha tocado la lotería nueve veces.