Carles Puigdemont ha comunicado de manera oficial su baja del Partido Demócrata de Cataluña (PDeCAT, heredero del CDC), después de la demanda interpuesta contra su nuevo partido por el uso de las siglas de JxCat.

Así lo ha hecho saber a través de su perfil de Twitter: "Acabo de comunicar a David Bonvehí, presidente del PDeCAT, mi decisión de darme de baja del partido que preside. Continuaré trabajando, ahora como presidente de JxCat, para mantener una relación cordial entre las dos formaciones".

Esta decisión de Puigdemont de romper el carnet del partido se suma a la del presidente de JxCat en el Parlament, Albert Batet, la exvicepresidenta del PDeCAT, Míriam Nogueras y los consellers del Govern Meritxell Budó, Miquel Buch, Damià Calvet y Jordi Puigneró que, siguiendo los pasos del expresident, han anunciado que a partir de ahora militarán "exclusivamente" en JxCat.

También el exconseller Jordi Turull, que se encuentra en prisión, ha comunicado su baja del PDeCAT para militar solamente en Junts. El que fuera portavoz del Govern con Puigdemont ha explicado su decisión en una carta al presidente del PDeCAT, David Bonvehí, y difundida a través de las redes.

En la misiva, explica que los últimos pronunciamientos de la dirección del partido "hacen muy complicado en conciencia mantener una doble militancia". Asimismo, Turull asegura que es una decisión "nada fácil y triste" y que hará por "ayudar tanto como pueda a que las relaciones entre ambas formaciones políticas sean del mejor tono y lo más positivas posibles".

También se han dado de baja del partido en los últimos días el exconseller Lluís Puig, los cinco senadores del grupo de JxCat y los concejales del partido del área metropolitana de Barcelona.

Puigdemont fue elegido presidente de JxCat con el 99% de los votos de las bases. Jordi Sànchez fue avalado como secretario general con el 94,23% de los apoyos de las bases y Jordi Turull, Elsa Artadi, Josep Rius y Anna Erra han sido elegidos para ocupar las vicepresidencias.

El expresident de la Generalitat anuncia entonces que ahora trabajará desde Junts Per Cat para mantener una relación cordial entre las formaciones, pero su ya antiguo partido mantiene una demanda por las siglas.

La vista del juicio está fechada para el 25 de septiembre, cuando un juez decidirá si toma medidas cautelares y prohíbe el uso de las siglas de forma provisional.

A pesar de la tensión entre ambas formaciones, los puentes del diálogo no se han roto. Aseguran en el PdeCAT que también se presentarán a las elecciones catalanas, y que su deseo es lograr una confluencia con Puigdemont.