La lejía, el jabón o los geles desinfectantes se han convertido en los mejores aliados contra el coronavirus. Ya son conocidas las técnicas tradicionales para conseguir deshacerse del virus, pero muchos ayuntamientos están comenzando a aplicar nuevas técnicas.

En Madrid, decenas de camiones desinfectan todas las noches sus calles entre las 6:00 y las 11:00 de la mañana. Para ello utilizan un cañón nebulizador que expulsa una mezcla de agua y lejía.

Tal y como ha explicado Francisco Quero, Gerente Tryobsa Ambiental, "el cañón nebulizador pulveriza agua muy fina que coge de tres depósitos que tienen una mezcla de agua con hipoclorito".

La nebulización, dicen los expertos, es el proceso más eficaz en la desinfección contra el coronavirus, ya que convierte la disolución en partículas de tamaño nanométrico, el mismo que el virus, para conseguir eliminarlo.

Son muchos los efectivos de limpieza que trabajan desfinfectando nuestras ciudades desde que empezó la pandemia. Ejemplo de ello es un camión antidisturbios de la Policía Nacional conocido popularmente como 'Botijo' o de forma directa efectivos de la UME con mochilas pulverizadoras.

El ozono también se está utilizando para desinfectar interiores, pero la Agencia Europea de Sustancias Químicas todavía no tiene clara su eficacia.

Las empresas de desinfección avisan: no cualquiera puede limpiar nuestras calles con lejía sin las herramientas necesarias, ya que puede tener consecuencias catastróficas para el medioambiente y nuestra salud.

Por ejemplo, el gerente de Otraplasa, Miguel Lorenzo, advierte de que hay agricultores que "se han puesto a desinfectar con los tractores utilizando demasiado líquido para una extensión muy pequeña".

En Madrid estos días están probando un triciclo eléctrico para limpiar las papeleras en las que cada día se tiran guantes y mascarillas, y que se suma al resto de tareas de desinfección.