Este mecanismo antidisturbios es usual en Turquía, Egipto o Latinoamérica, pero el lanzamiento de agua a presión sobre las personas, según los médicos, puede ser letal.

El doctor Jaime Baselga, Cirujano Ortopédico Hospital Ruber Internacional, asegura que a corta distancia puede ser “como un martillo”. Además, señala que “impactos importantes en cavidades, en abdomen, en el tórax o en la cara pueden producir lesiones importantes”.

A parte de los daños que provoca de forma directa, están las caídas, o los golpes que pueden provocar los objetos que salen volando. Hemos querido poner a prueba la fuerza del agua a presión.

En una empresa especializada nos han mostrado qué pasa lanzando un chorro contra una lata de refresco: con una presión de 4 bares, el agua tira la lata y la arrastra al primer impacto.

“Si te da en la cara te puede provocar moratones y hacer mucho daño”, asegura Juan Brillo de Euromangueras S.L. Y eso, que la presión que hemos utilizado es mucho menor de la que usan, por ejemplo, los bomberos.

La tanqueta de 1994, que los Mossos podrán empezar a usar en un mes, tiene capacidad para 3.500 litros de agua y un alcance de 60 metros. Pero la ficha no especifica la fuerza con la que saldrá el agua.

Según los expertos, al hacerse desde un cañón, y no a través de una manguera, el recorrido desde la bomba de agua es menor, y por tanto, no pierde presión y resulta más peligroso.

Es habitual ver esta herramienta antidisturbios en Latinoamérica y varios países europeos tienen también este tipo de vehículos. Pero en España, la Policía Nacional ya ni recuerda la última vez que se utilizaron.“Durante el franquismo se usaron pero se dejó por el daño que se provocaba”, aseguraba Serafín Giraldo, del sindicato policial UFM.

Organizaciones humanitarias y médicos alertan sobre su peligrosidad y hasta los sindicatos de los Mossos d’Escuadra están sorprendidos con la medida.