Señalado por todos como la 'X' de la financión irregular e imputado por la Fórmula 1, crece la presión para que Francisco Camps abandone el Consell Consultiu. "Dimitir sería un gesto de dignidad, algo que se le pide por el conjunto de la sociedad en estos momentos", ha señalado el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig.

Dicha petición ha llegado al pleno de Les Corts. "Francisco Camps es 'molt' miserable", ha criticado el diputado del PSPV Manuel Mata. A propuesta del grupo de Compromís, les Corts piden a Camps que renuncie, algo que, a juicio del PP, destila odio.

"Destilaba ira, furia, resentimiento y venganza", ha cargado María José Catalá, diputada del PP en las Cortes Valencianas. Sin embargo, para la vicepresidenta de la Comunidad Valenciana no se trata de un tema de odio, sino de justicia. "Aquí tienen que pagar lo que han hecho. Mientras ellos se estaban llevando las mordidas aquí hubo mucha gente cuyo impacto de la crisis acabó con sus vidas", ha lamentado Mónica Oltra.

No obstante, al expresident imputado es algo que ni se le pasa por la cabeza. "No tengo por qué. En esta casa me siento muy a gusto", ha afirmado Camps. Algo que no sorprende, teniendo en cuenta los privilegios que le corresponden: 58.000 euros de sueldo por acudir a una reunión semanal, secretaria personal y chófer. Así que, en total, Camps le sigue costando a los valencianos 140.000 euros al año.