La posibilidad de indultar a los políticos presos por el procés catalán, que a día de hoy baraja el Gobierno de Pedro Sánchez, sigue provocando diferentes posturas en el seno del Partido Socialista, especialmente entre los que creen que se trata de una decisión que favorece a la reducción de la crispación y los que, en cambio, consideran que es una medida benevolente con el independentismo.

Ahora bien, desde el propio Ejecutivo, la postura actual es clara: "El indulto no critica una sentencia. No es un debate jurídico, es un debate político". Así de rotunda ha querido mostrarse la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, en una entrevista con Canal Sur este viernes, en la que ha recordado que este mecanismo "existe en todas las democracias".

Una opinión que contrasta con la de otro vicepresidente del Gobierno, aunque en este caso con el prefijo 'ex'. Alfonso Guerra, de la vieja escuela del Partido Socialista, formando parte del Gobierno de Felipe González en los años 90, directamente ha definido estos indultos concretos como algo "políticamente indeseable", y va más allá: "Jurídicamente no es legal", ha aseverado en una conversación en el espacio ‘España a debate’, organizado por el Ayuntamiento de Tomares (Sevilla).

En este sentido, a diferencia de lo que defiende Calvo, Guerra define todo este debate como "erróneo", y pone el foco justo en lo que dice la mandataria, pero en la perspectiva inversa: "Hay instalada en la opinión pública la idea de que el indulto es de libre disposición del Gobierno, y eso no es verdad", esgrime.

Por su parte, la vicepresidenta primera insiste en el mismo argumento: "El indulto está reglado, el presidente ha dicho que el indulto es un instrumento que solo le corresponde al Gobierno. Tiene que ver con la convivencia y la concordia", ha sentenciado.

Discrepancias en la comparación del indulto de Barrionuevo con el del procés: "Se parecen como un huevo a una castaña"

La división sobre si el indulto es o no una buena medida para mediar en la crisis política catalana ha ido más allá. Uno de los puntos más debatidos ha sido la comparación de este posible 'perdón' del Gobierno a Junqueras y compañía con el que fue concedido al exministro del Interior, José Barrionuevo, condenado por el secuestro a Segundo Marey tras confundirle con un supuesto líder de ETA, y su número dos, Rafael Vera.

Precisamente, Barrionuevo ha decidido hablar sobre su indulto, y se ha aventurado a marcar un amplio terreno entre su caso y el que se plantea para los políticos catalanes. Según él, ambas situaciones se parecen "como un huevo a una castaña", y sostiene que el Gobierno del Partido Popular, encabezado por José María Aznar, le indultó parcialmente "por petición unánime", según indica en una entrevista con La Vanguardia. Algo que, a su modo de ver, no ha ocurrido en la actualidad.

Y, sobre este respecto, el PP también ha entrado a dar su postura. En este sentido, el portavoz nacional del partido, José Luis Martínez Almeida, ha querido ser tajante: "Vera y Barrionuevo no tenían capacidad de volver a hacer lo que hicieron. (Los condenados del procés) dicen que lo harán, y tienen capacidad de hacerlo", ha afirmado en una entrevista en Antena 3. Para Almeida, la clave reside en el "arrepentimiento" que, a su juicio, los independentistas no han mostrado.

Cuixart lo confirman: el independentismo repetiría lo que pasó

Se trata de un hecho que, desde el lado independentista, ya han admitido. Concretamente, Jordi Cuixart, líder de Ómnium Cultural que este mismo viernes, en una entrevista con RAC1, asegura "no renunciar" a lo que hizo: "Yo no soy político, pero no puedo renunciar a ejercer estos derechos fundamentales. Claro que lo volveré a hacer. Me sabe mal, pero no voy a renunciar a mis derechos fundamental y al derecho de autodeterminación", ha aseverado.

Junto con eso, no todas las voces independentistas terminan de ver los indultos como una buena solución. En este sentido, Elisenda Paluzie, presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, aseguraba este jueves que si el Gobierno concede esta medida, no sería "ningún éxito" porque, a su juicio, políticamente desarmarían al independentismo y tendrían consecuencias a nivel internacional.

Así, para Paluzie, los indultos dejan al Estado español "como benevolente, y puede tener el efecto perverso de retrasar" las causas en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos: "Si ya son libres, la causa no es tan urgente", lamentaba en su cuenta de Twitter, en clara discrepancia con esta posibilidad.

El PP se moviliza: primero con mociones, luego con firmas

Tras los acontecimientos de los últimos días, con el revuelo generado por estos posibles indultos, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha anunciado este viernes que su formación se movilizará recogiendo firmas contra la concesión.

Este anuncio se suma a uno que ya hicieron los populares este jueves, por el que avisaban de que también presentarán mociones en los ocho mil ayuntamientos de España para que los partidos se pronuncien.

"Si el Tribunal Supremo ha dicho que no se puede indultar a aquellos que han intentado romper la convivencia, la concordia y la Constitución, los políticos deberíamos respetarlo", ha indicado Casado, que ha participado en la IV Feria Nacional para la Repoblación de la España Rural, Presura 20, en un coloquio con la presidenta de la Fundación Maragatería, Elena Pisonero.