El Gobierno de coalición ha alcanzado un acuerdo para derogar la reforma laboral que el PP aprobó en 2012 tras varias disputas entre Trabajo y Economía. Si bien, la vicepresidenta Nadia Calviño sigue sin referirse de manera explícita a la derogación y opta por utilizar términos como "corrección o modernización".

Así lo ha puesto de manifiesto en una entrevista en 'Cadena Ser' tan solo un día después de que Moncloa anunciara un acuerdo para encarrilar las negociaciones con el objetivo de aprobar una nueva legislación antes de finales de año.

"No se trata de cambiar todo por cambiar, se trata corregir los elementos que arrastramos. Para mí, lo importante es mirar al futuro", ha señalado al respecto. A su juicio, lo necesario es "acabar con la precariedad, impulsar la competitividad de las empresas y reequilibrar la negociación colectiva".

Según la vicepresidenta primera, esta es la hoja de ruta del Ejecutivo y lo demás "es ruido y conflicto de eslóganes" porque, asegura, lleva "tres años huyendo de debates estériles".

Asimismo, ha reconocido que Pedro Sánchez desayunó con Yolanda Díaz este martes antes de la reunión. Un encuentro en el que ella no participó pero que valora como positivo porque le "parece normal que haya reuniones bilaterales" entre el presidente y los distintos ministros.

Respecto a la postura de todas las partes negociadoras, cree que será posible alcanzar un acuerdo porque "los agentes sociales están comprometidos" y son conscientes de que "no podemos seguir así, con una competencia tan a la baja". "Hablamos de las kellys, pero son varios los colectivos en situación de precariedad, como los jóvenes que enlazan contratos de mala calidad", ha añadido al respecto.

"Las reformas estructurales que son eficaces son las que cuentan con el máximo consenso. Hay que apostar por el diálogo y la negociación para recuperar los consensos rotos con la reforma de 2012", ha sentenciado.

Desde la patronal ahora esperan a que el Gobierno les remita la información correspondiente tras "coordinarse" y confían en no quedar ahora "como los malos" en el diálogo social. "Han llegado a un acuerdo y ya nos contarán. Se tenían que coordinar, pues ahora no quiero que quedemos como los malos. Sabemos lo que quiere Europa, no un ministro", ha dicho Antonio Garamendi, presidente de la CEOE.