Juan Carlos I se enfrenta en Londres a una demanda presentada por Corinna Larsen. Para hacer frente a ella, el rey emérito acudió a un bufete de abogados que emitió una factura de un millón de euros por una única vista, según informa 'El Confidencial'.
La mitad de esa factura la tendrá que asumir Corinna Larsen por perder la demanda, pero la gran duda radica en cómo pagará el rey emérito ese dinero, ya que lleva sin recibir ninguna asignación de los Presupuestos Generales del Estado desde el año 2020.
Esta decisión tiene que ver con la influencia del traficante de armas hispano-libanés Abdul Rahman el Assir en el emérito, según añade el diario, contratando incluso a su estratega jurídico, el letrado inglés Nicholas Tse.
El bufete, llamado Carter-Ruck, está especializado en derecho internacional y derecho al honor. Su primera 'victoria' fue con la inviolabilidad absoluta lograda para Juan Carlos I durante el periodo en el que era rey de España (hasta junio de 2014). Así, tendrá que sentarse en el banquillo por el acoso que presuntamente ejerció entre los años 2014 y 2020.
Esta factura podría dejar entrever un patrimonio oculto de Juan Carlos I que sería ajeno a la Agencia Tributaria en España.